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Venaco: Es un queso francés producido en Córcega, toma su nombre de su lugar de origen, el pequeño pueblo de Venaco, situado en el centro de la isla. También se le llama Venachese en lengua corsa y es uno de los cinco tipos de queso artesanal que se producen en Córcega. Está hecho con leche de oveja o de cabra, sazonado con abundante sal y moldeado en bloques cuadrados con esquinas redondeadas, sobre los cuales pueden apreciarse las marcas de los cestos de mimbre donde maduran las cuajadas. Su pasta es áspera, de color marfil o grisáceo, desprende un fuerte olor a fermentación, al mismo tiempo que un sabor a animal picante. Para comerlo en una tabla de quesos con un vino Pinot Noir, Sancerre rouge o Côte d'Auvergne rouge.
Vendéen bichonné: Su nombre se traduce como “el queso mimado de Vendée”, que es un departamento francés situado al oeste del país con exuberantes pastos junto al mar, en la región del Loira. Aunque el queso se hace en Vendée con leche cruda de vacas nativas de la zona, se madura en Nantes en una cueva subterránea, un túnel de ferrocarril abandonado, en la región de Auvernia. Los quesos permanecen en este ambiente húmedo durante dos meses. Las ruedas, que pesan de 4,5 a 5,5 kg, llegan al mercado con una corteza ondulada salpicada de polvo de moho gris y blanco que les da un aspecto rústico muy llamativo. La pasta es entre semidura y dura, de color marfil y con abundancia de pequeños ojos. El aroma huele a cueva húmeda, setas y tostadas con mantequilla caliente. La textura es densa, y en el paladar se torna tan cremosa que casi se derrite. Comer el queso con pan y mermelada disminuirá su salinidad o por lo menos la percepción de la misma. Se aconseja acompañarlo con un Pinot Gris o una sidra francesa seca.
Vercorais: Este queso se elabora en el corazón del Parque Natural Regional de Vercors, concretamente en Villard de Lans, una población en la región francesa de Ródano-Alpes. El Vercorais es un queso de pasta cocida y leche cruda de vaca de montaña que madura un mínimo de cinco meses en sótano, durante los cuales desarrolla una corteza natural con sal y una pasta semidura, de color amarillo crema, ligeramente fundente. Es un queso con carácter, que posee un ligero sabor frutal con toques de nueces, y un regusto duradero en boca. Se comercializa en forma cilíndrica con un diámetro de 31 cm una altura de 14 cm y un peso de 8 kg. Es muy adecuado en tablas de quesos o solo, acompañado de frutos secos. Derrite muy bien, por lo que es muy versátil en la cocina, para acompañar platos de pasta, por ejemplo. Marida muy bien con vinos tintos afrutados.
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Verde capra: Este queso se elabora en Bérgamo, Italia. Es similar al gorgonzola, sin embargo, la leche utilizada en este caso es la de cabra, más aromática en comparación con la vacuna, y que permite la creación de un queso de características particulares. Se trata del único queso azul de leche de cabra de la región de Lombardía, también conocido como “Verde Di Capra Cremifacto”, que se traduce como verde cremoso de cabra. Su generoso tamaño también es inusual para quesos de cabra, la mayoría son más pequeños debido a que la cuajada de cabra es frágil y no se sostiene fácilmente en un formato de gran tamaño. Al igual que muchos quesos azules, el Verde Capra no tiene corteza, se vende envuelto con papel aluminio para evitar que se seque. La pasta es blanca y húmeda, con vetas verticales de moho de color azul grisáceo. La textura es densa, pero cremosa. Un queso con carencia de sal, incluso demasiado dulce, sin embargo, el picor final, en la punta de la lengua, típico de los quesos azules, es fuerte, los sabores caprinos sobresalen de los otros. Ideal para saborizar una ensalada de hojas o para acompañar carnes a la parrilla. Lo podemos maridar con un Moscato d'Asti, el vino espumoso de la región vecina de Piamonte.