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Toma di Lanzo: Se trata de un queso muy antiguo, ya a mediados del siglo XV Pantaleone de Confienza describió el sabor picante del Toma di Lanzo. Desde entonces, las crónicas y memorias nunca han dejado de recordar el Toma, el Fontina, los quesos de cabra y la manteca, todos producidos localmente y convertidos en especialidades lácteas fundamentales para la economía del territorio. Su zona de producción natural son los valles de Lanzo, en particular la Val Grande y el Valle de Ala, en la provincia de Turín, Italia. El Toma di Lanzo es un queso muy versátil, excelente tanto en una tabla de quesos como en la cocina, en combinación con un vino del Piamonte.
Tomme: Es un queso francés de montaña. La palabra tomme viene del franco-provenzal toma, que significa "queso de montaña". Existen múltiples variedades, más de una veintena, que se elaboran en la mayor parte de los Alpes, desde Alta Saboya y Saboya hasta los altos valles del Condado de Niza, así como en el Macizo Central y en el Pirineo. Se produce con leche magra de vaca, después de que se haya quitado la crema para producir la manteca, y hay variedades con leche semidescremada e incluso entera. Por ello es un queso generalmente bajo en grasa, de textura semidura. Marida bien con los vinos de Beaujolais y de Côtes du Rhône.
Tomme brulée: Se elabora de forma artesanal a los pies del Monte Baigura en el corazón del País Vasco. Se produce a partir de la leche cruda de ovejas. En francés, tomme es la palabra que se usa para designar a los quesos de montaña de pasta semidura, y brulée significa "quemado" en español, por lo que solo con el nombre ya sabemos que se trata de un queso quemado. Al cabo de dos meses de almacenamiento en cuevas naturales, y antes de poner el queso a la venta, la corteza se flambea con un soplete para darle una apariencia quemada y notas de humo sutil y delicado en su sabor final. Debajo de esa corteza carbonizada delgada, en su interior hay una pasta sedosa, de color marfil con deliciosas fragancias a nueces tostadas y la dulzura característica propia de la leche de oveja, dando como resultado un queso exquisito. El Tomme Brulée tiene forma cilíndrica con un diámetro de 11 cm y un espesor de 8 cm. Pesa unos 750 gramos. Marida bien con un Viognier con un toque de roble.
Tomme de Savoie: Es uno de los mejores quesos "Tomme" de Francia. Se elabora en Saboya y en la Alta Saboya, cerca de la frontera suiza. Tomme significa "trozo" y es el término general utilizado por los maestros queseros para referirse a los quesos de pasta semidura. En realidad, hay tantas tomme de Savoie como diferentes valles en Saboya, No debemos confundirlo con quesos parecidos pero de corteza lisa y sabor insulso. Las palabras fabriqué en Savoie nos indican que el queso es auténtico, frente a los quesos affiné en Savoie. El queso es relativamente poco graso, pues tiene un 30% de materia grasa de promedio. Normalmente, viene en discos de 18 cm y pesa entre 1 y 2 kg. De aspecto rústico, posee una característica corteza polvorienta y dura, cuyo color puede variar del blanco grisáceo al marrón rosado. La pasta es prensada, no cocida. Resulta ligeramente pegajosa y blanda, de color marfil claro y se oscurece cerca de la corteza; es suave, con pequeños agujeros. Huele intensamente a hierba, amoniaco, setas y caramelo. Su sabor resulta mucho más dulce, acaramelado y cítrico. Podemos servirlo con pan y ensaladas o fruta y con salchichas. También es bueno para gratinar. Marida bien con vinos tintos (Côtes du Rhône, Alsacia Riesling, Saboya) y blancos (Apremont, Crépy, Seyssel).