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Panela: Es uno de los quesos frescos más populares de México. Elaborado con leche de vaca pasteurizada, este queso es suave, blanco y desmenuzable. De pasta blanda sin corteza, no requiere maduración, se produce de cuajadas semidesueradas. Absorbe otros sabores fácilmente, y se reviste a veces con una pasta de ajo y chile. Es muy utilizado en diversas comidas mexicanas, como en algunas variantes de la preparación del famoso guacamole. Como parte de una bandeja de aperitivos o como bocado, se acompaña con un Chardonnay o un Riesling.
Paraguay: Es, sin lugar a dudas, el ingrediente por excelencia de la gastronomía popular paraguaya. Se trata de un tipo especial de queso que se elabora a partir de la “cuajada” (preparado que se logra de la mezcla de leche pura con el “cuajo”, parte del tubo digestivo de ciertos rumiantes que segrega, durante la digestión del animal, ácido lácteo), que generalmente no lleva sal y como se fabrica con leche “entera” (no descremada o sin grasa), resulta muy cremoso y nutritivo. Posee una masa blanda y un sabor poco salado, un tanto agrio, tiene una vida útil aproximada de 45 días. Si bien la fabricación del “kesu paraguái” es originaria de las “estancias” (haciendas de campo destinadas al cultivo, y más especialmente a la ganadería) del Paraguay, hoy son muy apetecidos los quesos provenientes de las colonias menonitas, ubicadas principalmente en el Chaco paraguayo. Generalmente, el “queso Paraguay” tiene un límpido color blanco intenso, propio de la leche de vaca con la cual se lo elabora. El queso Paraguay está presente en todas las preparaciones tradicionales paraguayas (mbejú, sopa paraguaya y chipa). Cuando se encuentra bien fresco tiene un sabor muy leve, lo cual hace que, en dicho estado, sea un buen vehículo para sabores dulces. En Paraguay se combina un trozo de queso fresco con dulce de guayaba o miel de caña como postre. Al pasar los días, desarrolla un olor fuerte (algunas veces extremadamente fuerte) y se torna duro y un poco grasoso con un color amarillo. En ese estado se usa para chipa, sopa y otros platos típicos.
Páramo de Guzmán: Este queso se ha puesto recientemente de moda en los Estados Unidos tras la publicación de la novela The telling room, de Michael Parterniti. La novela surgió cuando el escritor probó el queso en su país y le gustó tanto que viajó a España con su familia para conocer no solo la historia y origen del queso, sino también la de la familia que lo elabora y la del pueblo de la Ribera del Duero, donde se fabrica desde hace más de 30 años. El queso también ha cosechado a lo largo de los años multitud de premios y reconocimientos tanto en España como a nivel internacional. Se produce con leche cruda de la más antigua y noble de las razas castellanas, la oveja Churra, y con cuajos naturales, sin utilizar ningún tipo de producto químico ni en su elaboración ni en su conservación, para mantener intactas las propiedades de la leche. Los quesos Páramo de Guzmán son ricos en matices y cuentan con una excepcional plenitud de aromas a romero, tomillo y salvia, derivados de la gran cantidad de plantas aromáticas de los pastos de la meseta castellana. De atractivo tono marfil, tiene un rotundo y permanente sabor realzado por una curación mínima de 12 meses. Se comercializa en dos formatos diferentes: envasado al vacío y envasado en aceite de oliva virgen, en frascos de vidrio o en latas. También se puede encontrar en paquetes de queso rallado, cuñas de 125 gramos y en formatos de 500 g, 1 kg y 2,5 kg.