Los diabéticos y las frutas

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Las personas que padecen esta enfermedad saben muy bien que deben cuidar su dieta porque necesitan controlar los niveles de azúcar en la sangre constantemente. Por eso a veces tienen dudas cuando se trata de las frutas, ya que algunas son muy dulces y contienen azúcares.

En la diabetes existen problemas para que nuestro organismo aproveche los carbohidratos contenidos en los alimentos. Si estos problemas aparecen en la niñez, suele tratarse de la denominada diabetes tipo 1, que representa 1 de cada 20 casos de diabetes, y que requiere la utilización de insulina para mantener estables los niveles de glucosa en sangre (glucemia).

La diabetes tipo 2, sin embargo, tiende a presentarse en la edad adulta. No siempre precisa de fármacos para regular la glucemia y, además, es muy prevenible. Según datos publicados en la revista Public Health Nutrition se sugiere que hasta el 90 % de los casos de diabetes tipo 2 podría prevenirse gracias a un buen estilo de vida.

También es muy prevenible la diabetes que padecen algunas embarazadas, denominada “diabetes gestacional”, según reveló una investigación aparecida en setiembre de 2014 en el British Medical Journal.

Dado que la fruta tiene carbohidratos (unos 15 g por porción), hay quien considera que las personas con diabetes deben evitar consumirla. Sin embargo, actualmente, los expertos en diabetes no dudan en proponer el consumo habitual de fruta fresca en cualquier paciente con esta enfermedad. Si bien es preciso que estos pacientes conozcan el porcentaje aproximado de carbohidratos en estos alimentos (sobre todo si controlan su glucemia con insulina), no significa que la fruta esté desaconsejada para ellos.

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En realidad, sucede justo lo contrario: como el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares es más elevado en individuos con diabetes, la ingesta de fruta resulta muy recomendable. Puede tener efectos beneficiosos sobre los niveles de colesterol y otros factores de riesgo cardiovascular, como la tensión arterial.

Voces expertas

De hecho, según detalló en 2013 la Asociación Americana de Diabetes (AAD) en la revista Diabetes Care, uno de los componentes clave en el manejo de esta enfermedad es una alimentación saludable, entendida como en la que abundan los alimentos de origen vegetal poco procesados (como es el caso de la fruta fresca). La AAD también señala que “debe aconsejarse (a las personas con diabetes) que ingieran carbohidratos a partir de hortalizas, frutas, cereales integrales, legumbres y productos lácteos, en vez de consumirlos a partir de otras fuentes, especialmente aquellas a las que se ha añadido grasas, azúcares o sal”, dado que ello permitirá “mejorar la ingesta global de nutrientes”. También insiste en que “no hay razones para recomendar a las personas con diabetes que eviten la fructosa que existe de forma natural en las frutas”.

Las entidades de referencia en diabetes enfatizan la importancia de que todo individuo con diabetes consuma una dieta rica en alimentos vegetales poco procesados, sin excluir en absoluto a la fruta fresca.

Bebidas azucaradas y jugos de fruta

Como se ha detallado, no se desaconseja el consumo de fruta en personas con diabetes, sino que se promueve. Nadie duda, sin embargo, en desaconsejar categóricamente el consumo de bebidas azucaradas en pacientes con diabetes.

En cuanto a los jugos de fruta, aunque no se aconseja evitarlos, sí es preciso saber que su efecto sobre el control de la diabetes, una vez instaurada, no es el mismo que el que ejerce el consumo de fruta fresca. No es conveniente tomar a menudo jugos de fruta, aunque sean caseros, ya que ello puede suponer asumir diversos riesgos para la salud a largo plazo, sobre todo en niños. Este consejo es más importante en personas con diabetes, dado que el jugo de fruta puede tener efectos negativos sobre el control de la glucemia. Aunque sean caseros, no son una alternativa saludable a la fruta fresca.

El índice glucémico

Es el índice con el que se mide cuan rápido la comida rápida se convierte en glucosa en el cuerpo. Algunos frutos son altos en el índice glucémico y otros son bajos. El alimento que se descompone rápidamente y aumenta al instante el nivel de azúcar en la sangre obtiene una calificación alta. Los diabéticos pueden comer muchos tipos diferentes de fruta y evitar otros. Es normal que se produzca un aumento en el nivel de azúcar después de comer frutas y que se mantenga así durante 2 o 4 horas. Esto no es problema si en este tiempo los niveles de glucosa en la sangre se normalizan. En general, las personas con diabetes que no tengan problemas renales pueden comer todo tipo de frutas.

El azúcar de las frutas ya no se considera un problema, puesto que una dieta bien planteada y adaptada a cada persona reparte los hidratos de carbono diarios, dando cabida a muchas posibilidades. Además, las frutas contienen fructosa en lugar de glucosa. Este tipo de azúcar se metaboliza de manera diferente al que se obtiene de la mayoría de los alimentos, por lo que no se acumula en la sangre con la misma facilidad ni altera en exceso la glucemia de las personas con diabetes.

Las porciones

El tamaño de la fruta es importante. La mejor forma que tienen los diabéticos de consumirla es limitando su cantidad o tamaño. Es mejor elegir una manzana pequeña a una grande, y mejor comerla con su cáscara que pelada o en compota.

Otras frutas permitidas diariamente son:

1 pera, 1 durazno fresco con piel, una naranja, 1 pomelo, 1 kiwi, hasta 150 g de arándanos, 1 damasco, 1 ciruela fresca, media rodaja de piña.

No se recomiendan, –porque su exceso puede provocar un desbalance crítico del nivel de glucemia–, ciertas frutas como las uvas, la banana, el mango, las uvas pasas, el mamón, la chirimoya, la sandía, las frutillas, moras y frambuesas.

Asesoramiento personalizado

En todos los casos, es importante el asesoramiento nutricional de estos pacientes, que deben contar con el apoyo de dietistas-nutricionistas y basarse en un plan alimenticio saludable e individualizado. Ello les permitirá controlar su glucemia, la presión arterial, los lípidos sanguíneos, el peso corporal y otras posibles complicaciones.

En la actualidad ha quedado demostrado que los diabéticos sí pueden consumir frutas, ya que la fructosa, que es la sustancia responsable de darles el sabor dulce, se metaboliza de una forma diferente a la glucosa y, por esa razón, no se acumula en la sangre ni produce grandes alteraciones en los niveles de glucemia.

Para tener en cuenta

- Preferir las frutas crudas, enteras y con su piel antes que peladas o en jugos, batidos o compotas.

- Puedes consumir hasta 3 porciones de fruta por día, máximo 4.

- Evita consumirlas en horas de la noche, lo mejor es en la mañana y por la tarde.

- Toma en cuenta las porciones y opta siempre por los tamaños medianos de la fruta.

- Es mejor elegir la fruta que está más a punto y no las que están demasiado maduras.

Fuente: Consumer.es y Lic. Ximena Alfonso.