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Nuestra lengua es un órgano que posee miles de terminaciones nerviosas que están relacionadas con los diferentes órganos del cuerpo, por lo que podría considerarse como un indicativo muy esclarecedor de nuestro estado de salud. La lengua tiene electrolitos, mucosidades y enzimas, pero sobre todo mucha agua, lo que le confiere gran sensibilidad y variedad de apariencias según el estado de nuestro organismo.
Señal de advertencia
Cuando uno de los órganos falla, la lengua es capaz de "avisarnos" de esto cambiando su coloración o textura en función de la enfermedad. Podría considerarse como una extensión de nuestro estómago, por lo que es un indicativo muy fiable de nuestra salud. Como hemos visto, sus innumerables terminaciones nerviosas la convierten en un espejo de nuestro cuerpo.
Tipos de lengua y qué indican
Su forma, textura y color pueden dar pauta de alguna deficiencia o desequilibrio a nivel orgánico. Un grupo de investigadores del Langone Medical Center, de la Universidad de Nueva York, elaboró un sistema de diagnóstico para que las personas que viven en áreas apartadas aprendan a identificar signos y síntomas, analizando la apariencia de su lengua. El estudio, publicado en el International Journal of Biomedical Engineering and Technology, ofrece algunos indicadores básicos.
Lengua rosada. Es señal de que todo va bien en nuestro cuerpo, la digestión es adecuada, y la alimentación equilibrada y adaptada a sus necesidades. En el plano emocional, también indica una cierta paz interior. La lengua debe ser color rosado claro y húmeda. Una falta de textura indica una deficiencia de hierro o anemia.
Lengua roja. Puede ser señal de alguna infección o problemas digestivos. En cuanto a la parte mental, es síntoma de personas a las que les cuesta adaptarse a los cambios o son especialmente irritables.
Lengua con capa blanca. Es señal de problemas en los intestinos o de digestión, o indicativo de la presencia de toxinas en la sangre, derivadas de otras enfermedades y que pueden afectar la piel. Si la lengua está demasiado blanca, podemos tener afecciones relacionadas con la anemia. En cuanto al plano emocional, nos puede advertir de problemas de estrés o ansiedad.
Lengua con úlceras o llagas. Posiblemente, se deba a una falta de vitaminas y una alimentación poco adecuada. En vez de pensar en un tratamiento médico quizás deberíamos antes cambiar nuestros hábitos nutricionales para atacar el origen del problema y no sus síntomas. En cuanto a la parte emocional, puede estar indicando falta de equilibrio.
Tono azulado o amarillento. Si nuestra lengua se torna amarillenta, puede ser señal de problemas hepáticos, mientras que si es azulada, puede indicar problemas de circulación o del corazón.
Línea vertical que recorre la lengua. Tener una línea que recorre el largo de la lengua puede ser indicativo de problemas de columna vertebral y emociones reprimidas.
Lengua amarronada. Una lengua decolorada o amarronada es causa del consumo excesivo de tabaco. Los síntomas de cianosis, deshidratación y fallas de hígado pueden detectarse por la decoloración de la lengua. Un color pálido en la lengua indica falta de nutrientes y un número bajo de hemoglobina en sangre.
Otras apariencias
La presencia de manchas en la lengua alerta sobre una persona propensa a las alergias.
Granos en la lengua habla de un consumo excesivo de proteínas, grasas o azúcares.
La lengua seca es signo de estrés, lo cual genera una salivación pobre. También indica presencia de mucosidad en el organismo.
La inflamación de la lengua habla de gastritis crónica, acidez, colitis o constipación.
La lengua seca y con cortes indica diarrea, diabetes o anemia.
Si las papilas gustativas en la lengua aparecen planas en lugar de tener su textura habitual, ello indica un desorden a nivel del intestino.
Una película blanca en la lengua puede indicar la presencia de hongos (candidiasis), así como también una secreción desmedida de bilis en el hígado.
Lengua inflamada o demasiado grande. De acuerdo con los investigadores de la Universidad de NY, este signo puede indicar hipotiroidismo, es decir, que no se está produciendo suficiente hormona tiroidea. Si te sientes cansado todo el tiempo, tienes dolores de cabeza inexplicables o notas que tu metabolismo no está trabajando a buen ritmo, hazte un chequeo.