Cargando...
PARA PESAR Y MEDIR
Balanza
Aunque es un instrumento necesario en cualquier elaboración, en la repostería se hace fundamental para pesar los ingredientes con precisión. Existen diferentes tipos de balanzas, pueden tener un funcionamiento mecánico o electrónico (digital), y algunas nos permiten pesar sólidos y, también, líquidos. Las digitales se caracterizan por ser más precisas que las mecánicas. Muchas de ellas cuentan con una función que descuenta, del peso total, el peso concreto del recipiente en el que hemos metido los ingredientes o alimentos que queremos pesar (la función se llama tara). Además, las más modernas, incluso, pesan las calorías de los alimentos que vamos a utilizar.
Jarra medidora
Son fantásticas para medir líquidos de una manera rigurosa. Es mejor comprar una jarra de buena calidad para que las marcas estén bien hechas. Además, es recomendable disponer de distintos tamaños para poder medir cantidades grandes y pequeñas.
Tazas y cucharas medidoras
¿Cuántas veces nos encontramos con una receta que indica las cantidades en cucharitas o tazas? Ya no tendrás problemas con las cantidades gracias a estos prácticos utensilios de tamaño universal que indican los mililitros exactos.
PARA MEZCLAR
Cuencos o boles
Son muy necesarios para verter los ingredientes y mezclarlos. Hay de distintos materiales, aunque los más prácticos son de plástico, que no se rompen, y los de acero inoxidables, para mantener la temperatura de determinados ingredientes y usarlos en recetas que requieran de baño María.
Batidora
Sería impensable sumergirnos en el mundo de la repostería sin una batidora, ya sea eléctrica o manual. La necesitarás para batir crema, huevos, claras o cualquier elaboración que precise la incorporación de aire.
PARA AMASAR
Rodillo
Este cilindro con mangos en los extremos es esencial para extender cualquier tipo de masa y nivelarla. Lo encontrarás fabricado en madera, plástico, silicona o acero inoxidable.
Cortapastas
Sirven para cortar masas de galletas o fondant, y los puedes encontrar en distintos materiales, como plástico o acero inoxidable. Lo mejor es tener, al menos, un juego para poder realizar distintas formas y tamaños.
PARA HORNEAR
Moldes
Los utilizarás para hornear bizcochos, tortas, budines, tartas. Hoy en día se pueden encontrar con todo tipo de formas, desde las más básicas hasta las más sofisticadas, y en materiales como la silicona, el aluminio teflonado y la lata común. Lo más recomendable es comenzar comprando moldes redondos lisos y desmontables, de dos o tres medidas distintas. También es bueno contar con alguno alargado.
Budinera o molde savarín
Uno de los utensilios más tradicionales en el mundo de los postres. Gracias a este podrás elaborar flanes y budines al baño María en el horno. Lo podrás encontrar en acero inoxidable (el más común) o de silicona. Algunos modelos, incluso, vienen con una tapa.
Rejilla
Es un utensilio indispensable para enfriar cómodamente tus tortas o galletas, gracias a que permite que circule el aire. Además, sirve como base para glasear y decorar tus elaboraciones.
PARA DECORAR
Espátulas
Un instrumento imprescindible para lograr un acabado perfecto en tus postres, ya que facilita el montaje y la decoración. También sirve para distribuir y nivelar los rellenos y coberturas, y mezclar las preparaciones. Las más aconsejables son las de silicona, en distintos tamaños y formas.
Manga pastelera
El utensilio de la repostería por excelencia. Te servirá para rellenar y decorar tartas, pasteles, cupcakes. Las mangas pueden ser de tela (algodón), silicona o plástico desechable, que son más higiénicas.
Boquillas
No hay manga pastelera sin boquilla. Las podrás encontrar de distintos tamaños y formas, para que puedas realizar todo tipo de filigranas en tus pasteles. Busca boquillas de calidad y de acero inoxidable, para que el resultado sea perfecto.
Brocha o pincel
Te servirá para impregnar la superficie de tus postres con huevo batido, repartir el glacé o almibarar las tortas. A diferencia de otras, las brochas de silicona son más flexibles, ligeras y fáciles de lavar, lo que impide que se queden restos en los filamentos.