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Sabemos que las frutas son excelentes fuentes de vitaminas y minerales para nuestro organismo, pero, en la variedad está el gusto… y también los beneficios. Por eso, hoy te mostramos los diferentes nutrientes que nuestro cuerpo necesita y qué fruta comer para sumarlos a la dieta.
Las vitaminas son los principales nutrientes que podemos encontrar en diferentes frutas frescas, secas o deshidratadas para prevenir con su ingesta su déficit en el organismo.
Vitamina A. Por regla general, encontramos esta vitamina en las frutas de color naranja o amarillo, tales como mango, níspero, caqui, mamón, duraznos, damascos, melón y manzana. Cabe aclarar que estas frutas, que son ricas en vitamina A, también poseen una elevada proporción de carotenos con función antioxidante.
Vitamina D. No se encuentra entre las frutas frescas ni secas, pero el consumo de frutas favorece su absorción al aportar un medio ácido que optimiza su aprovechamiento. La mejor fuente de vitamina D es muy fácil de encontrar, la obtenemos simplemente con exponernos al sol 15 minutos diarios.
Vitamina E. Es, junto a la vitamina A, D y K, una vitamina liposoluble, por eso se encuentra en mayor medida en los frutos secos y deshidratados tales como nueces, almendras, piñones, pistachos, orejones de duraznos y damascos, ciruelas pasas, castañas y en algunas frutas frescas más que en otras, tales como el higo, las moras, las frambuesas, los arándanos, las peras y los nísperos.
Vitamina K. Aunque las frutas no son buenas fuentes de vitamina K, podemos encontrar una mínima proporción de este nutriente en el kiwi, la banana y en algunos frutos secos.
Vitaminas B. Este complejo de vitaminas abarca las vitaminas B1, B2, niacina, ácido fólico, vitamina B6 o piridoxina, y vitamina B12. Podemos encontrar estos nutrientes, excepto la vitamina B12, en todas las frutas, pero por ejemplo, destacan por su contenido en vitaminas B la banana, las almendras, las nueces, el níspero, los orejones, la naranja, el kiwi, el mamón, el mburucuja y la granada.
Vitamina C. Es una de las vitaminas más populares y sabemos que podemos encontrarla principalmente en los cítricos (naranja, kiwi, pomelo, lima o limón), sin embargo, también se encuentra en las frutillas, nectarinas, mamón, acerolas y manzanas verdes.
Comiendo variedad de frutas garantizamos la ingesta de diversas vitaminas que nuestro cuerpo necesita y podemos prevenir la falta de micronutrientes de forma totalmente natural.
Los minerales y las frutas
Además de vitaminas, en las frutas podemos encontrar varios y valiosos minerales como:
Potasio. Se encuentra en todas las frutas frescas, pero las que destacan por su contenido en este mineral bueno para la salud de huesos, dientes y sistema cardiovascular, son la banana, las uvas (sobre todo la uva negra), los nísperos, los higos, el kiwi, el durazno, el damasco, la granada, el melón, y en las frutas deshidratadas y secas en general.
Magnesio. Este mineral también resulta importante para la salud de nuestros huesos así como para el sistema nervioso y cardiovascular en general. Podemos encontrarlo en frutas como el mburucuja, la banana, los orejones de durazno y damascos, las ciruelas y uvas pasas, los piñones, las almendras, las nueces, los pistachos y las castañas.
Calcio. Es un mineral fundamental para el mantenimiento y desarrollo de huesos y dientes, aunque también resulta clave para el sistema nervioso, muscular y cardíaco. Podemos encontrarlo en los orejones de duraznos y damascos, en las uvas pasas, las moras, las frambuesas, las naranjas, los higos frescos y secos, los pistachos, los piñones, las almendras, las nueces y las ciruelas pasas.
Hierro. Este nutriente resulta clave para prevenir o revertir anemias nutricionales y podemos encontrarlo en los frutos secos y deshidratados en general, sobre todo, en los orejones de duraznos y damascos, en las ciruelas y uvas pasas, piñones, almendras, pistachos, mburucujá y, en muy pocas proporciones, en otras frutas frescas.
Además de todos estos minerales, en las frutas podemos hallar elementos con acción antioxidante tales como el selenio o el zinc y, en muy escasas proporciones, las frutas poseen sodio, por ello resultan ingredientes de mucha utilidad cuando buscamos cuidar la salud del corazón.