Las 6 claves del acero inoxidable

Ya sea una sartén o la bacha de la cocina, todos tenemos algo de acero inoxidable en casa. El atractivo en la combinación de la practicidad y el brillo de este material hacen que sea perfecto para el uso cotidiano. Pero este metal también puede perder el brillo y mancharse si no recibe el cuidado apropiado. Aquí las claves para que esté siempre como nuevo.

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Es un material muy usado en la cocina por su resistencia al calor, la corrosión y las manchas. Por lo general, el cromo del acero inoxidable reacciona al oxígeno del aire y forma una capa protectora que previene la aparición de óxido y reduce el riesgo de marcas permanentes. Si la superficie está cubierta de grasa o suciedad, esa reacción química no se produce, y el acero es más vulnerable a la corrosión y al desgaste. Por eso, es importante tener como rutina limpiar todo lo que sea de acero inoxidable. Si el metal está limpio, se ve bien y funciona correctamente.

1 Limpie las manchas enseguida para evitar marcas permanentes. Enjuague bien con agua después de aplicar cualquier producto. Mantenga el metal lo más seco posible para evitar las marcas que dejan los minerales del agua. Ante la duda, probar el método de limpieza en una superficie reducida primero. Tenga a mano un cepillo de dientes en desuso para los lugares de difícil acceso, por ejemplo, alrededor de canillas u hornallas. La superficie lisa y no porosa impide que las bacterias y otros miroorganismos se adhieran y, de este modo, puedan sobrevivir, por ello es muy importante su limpieza. 

2 ¿Cómo eliminar las marcas de los dedos? En la mayoría de los casos tendrá excelentes resultados con un paño suave o una esponja humedecida en agua jabonosa. En las superficies con acabado espejo, los productos limpiavidrios ofrecen buenos resultados. Evite utilizar productos abrasivos, ya que pueden producir arañazos. En las superficies cepilladas y pulidas, limpie en el sentido del pulido y no en el contrario. 

3 ¿Cómo eliminar restos más difíciles como los de cal? Para una suciedad más persistente, como pueden ser manchas de grasa o cal, bastará con utilizar un limpiador cremoso normal. Si el limpiador cremoso no es suficiente, trate los restos de cal con una solución de vinagre al 25 % y deje actuar unos minutos. A continuación, limpie y seque la superficie como de costumbre.

4 ¿Qué hacer para eliminar los restos de comida quemada que quedan en las ollas? Puede reducir sustancialmente el esfuerzo de limpieza poniendo en remojo los restos de comida quemada. Llene la olla con agua caliente, añada unas gotas de lavavajillas líquido y déjelo actuar durante 15 min. Luego, los restos de comida se podrán eliminar con una esponja, sin realizar ningún esfuerzo sustancial. Nunca utilice rollitos metálicos que no sean de acero inoxidable. Los de acero común, después de haber sido utilizados, pueden dejar manchas de óxido; estas pueden dañar permanentemente la resistencia a la corrosión del acero inoxidable. Si utiliza rollitos de acero inoxidable para eliminar los restos más difíciles, los arañazos que puedan producirse no dañarán la resistencia a la corrosión de la superficie. No obstante, estos arañazos no se podrán eliminar posteriormente, por lo tanto, esta limpieza “agresiva” no está recomendada para superficies delicadas y decorativas.

5 ¿Cómo eliminar las manchas de té y café? El bicarbonato de sodio es muy eficaz para eliminar las manchas de té (taninos). Las teteras se pueden sumergir completamente en una solución caliente con 1 cda. de bicarbonato. Para superficies más amplias, se puede aplicar con un paño o esponja. Luego, aclare con agua y seque como de costumbre. Los restos de café son grasientos y solo se producen si los termos de café no se limpian con asiduidad. Para eliminar las manchas más rebeldes, mezcle una cucharada sopera de bicarbonato y una ínfima cantidad de agua, lo suficiente para formar una pasta espesa. Aplique una capa de pasta sobre la zona manchada y deje que actúe durante media hora. Luego, pase un trapo húmedo sobre la superficie, enjuague y deje secar. Recuerde siempre hacer una prueba inicial del producto en algún área poco visible antes de su uso.

6 ¿Qué se debe evitar en cuanto a limpieza? Recuerde que el cloro o lejía (lavandina) puede dañar el acero inoxidable si se encuentra muy concentrado o permanece en contacto mucho tiempo. La sal y otros limpiadores que contienen cloruros también pueden causar daños. Diluya estos productos cuando los utilice, reduciendo el tiempo de exposición al mínimo, y siempre aclare luego la superficie en profundidad utilizando abundante agua limpia. Los limpiadores en polvo pueden dejar arañazos; los de plata, contener cloruros y ácidos fuertes, además de ser muy dañinos.

Pulido y protección

Si ve que el acero inoxidable se está rayando u opacando, puede usar alternativas naturales: mojar un trapo con vinagre o jugo de limón y pasarlo por la superficie, o aplicar con un rociador. Usar aceite para bebés o de oliva y repasar toda la superficie. Dejar actuar unos minutos y retirarlo con papel de cocina.

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