Viajamos por más de una hora desde Luján de Cuyo hasta la finca, en Vista Flores, en el departamento de Tunuyán, conocido en Argentina por producir excelentes manzanas para la elaboración de sidra. La finca está en lo que se conoce específicamente en el mundo vinero como Valle de Uco, es allí donde Mauricio Lorca distinguió el terroir ideal para los vinos que él deseaba producir. Un terroir a 1050 msnm, con gran amplitud térmica (diferencia entre la temperatura más alta y la más baja en un periodo de 24 horas) y con un índice pluviométrico de tan solo 250 mm al año. Todas estas características le dan a la finca las condiciones únicas para producir vinos de gran calidad y poder jugar con diferentes varietales, ya que el periodo de maduración se extiende desde enero hasta finales de abril sin tener mayores complicaciones, como el caso de lluvias ni granizadas, que tanto daño pueden hacer a las uvas en las plantas.
Llegamos a la finca y, como era de esperar, allí no se trataba solo de degustar, sino de disfrutar. En el medio del campo, una mesa larga bajo la sombra de los árboles estaba tendida sobre un césped impecable; a un costado, la parrilla, para que el grupo de paraguayos pudiera distenderse y charlar amenamente con los hombres que cuidan de las uvas día a día en este maravilloso paisaje.
Degustación
Comenzamos el festín con empanadas criollas, queso de campo y jamón crudo casero, un verdadero deleite al paladar. Los vinos que teníamos a disposición eran el Lorca Fantasía Chardonnay (suave y cremoso), Lorca Fantasía Malbec (frutal y elegante), Lorca Poético Cabernet Sauvignon (potente y sedoso), Lorca Poético Syrah (probablemente uno de mis favoritos, ya que uno siente la fruta intensa), Lorca Gran Ópalo Blend (fácil de beber y bien estructurado, aun siendo un vino premium que no tiene ningún contacto con el roble) y, por último, tuvimos el placer por degustar por primera vez el Lorca Inspirado (un vino blend de gran potencia, elegancia y una mezcla equilibrada entre fruta y madera), el vino ícono de Mauricio Lorca, que aún no se vende en nuestro mercado. Por supuesto, estos últimos vinos tintos los disfrutamos con tomates orgánicos de la huerta, asado de vacío y tira de costilla, además de chorizos caseros. Puedo decir que las más de tres horas que duró el almuerzo pasaron volando, gracias a la simpatía y la alegría del grupo y la gente del campo. Si yo pudiera, desearía que este asado se repita una vez al mes, pero bueno, Mendoza está a más de 2000 km y el recuerdo sigue intacto en mi mente.
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Gracias a la bodega Mauricio Lorca, la vendimia 2014 en Mendoza estuvo genial y próximamente les contaré mis experiencias por tierras chilenas, donde disfrutamos de su vendimia, tanto en el centro como al sur del país.
¡Salud a todos! y hasta el próximo sábado.
oligayet@hotmail.com
