La moringa

Existen 13 especies del género moringa, la más popular es la moringa oleifera debido a sus grandes propiedades nutricionales y medicinales. En Paraguay es utilizada desde hace pocos años como planta medicinal, en infusiones e incluso con el mate o tereré, para tratar algún problema de los órganos vitales. Lo interesante es que puede incluirse en nuestros platos cotidianos, mezclando el polvo de moringa con la harina de trigo común.

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La moringa oleífera es conocida como “el árbol verdura” y también “el árbol milagroso”, porque su contenido de proteínas, vitaminas y minerales es sobresaliente. Sus hojas son comestibles y muy ricas en proteínas, con un perfil de aminoácidos esenciales muy balanceado. Al mismo tiempo, contienen vitaminas, principalmente A y C, en altas cantidades, así como potentes antioxidantes.

La FAO y la Organización Mundial de la Salud la recomiendan como alimento de primer orden en el mundo, un superalimento que puede complementar muchos de los nutrientes que nos suelen faltar en la alimentación diaria.

En Paraguay se han plantado los árboles de moringa para proteger al medioambiente y para mejorar la alimentación de las vacas. Sin embargo, en varios países se usa fresca, en ensaladas, y se hacen productos con moringa, como pan, galletitas, fideos, sopas, tortas, jugos, y otros

La moringa en casa

Es un árbol que crece con suma rapidez, tolera el calor, es resistente a las sequías y no necesita mayores cuidados. Se debe plantar en un lugar donde llegue bien el sol y tenga buen drenaje de las aguas. Se comienza a cosechar cuando el árbol crece a 1 a 1,5 m, aproximadamente en un año, y la hoja sea gruesa y tenga un color verde oscuro. Para cosecharlo con frecuencia es mejor mantenerlo bajo como arbusto y cosecharlo una vez por semana durante el verano. Si no se poda, el árbol puede alcanzar los 10 m en dos años. Como las hojas se fermentan y se pudren rápidamente, es mejor cosechar solamente la cantidad que se desee usar fresca, como verdura. Si las hojas se secan de la manera adecuada, se pueden conservar todos sus nutrientes.

Formas de consumir moringa

En polvo: Hay más de 46 antioxidantes y 36 antiinflamatorios de origen natural en la planta de moringa. El mejor modo de aprovecharlos al máximo es espolvorear el polvo verde en todo tipo de platos dulces o salados. Como algunos nutrientes se pueden perder al calentar, es mejor usarla directamente en las comidas y bebidas para espolvorear en los platos (pizza, guisos, carnes, pastas, arroces), en salsas y aderezos (mezclar con mayonesa, kétchup, mostaza, salsa de tomate, yogur, quesos cremosos), en dulces (mezclar con miel, mermelada, dulce de leche, mantequilla de maní, chocolate), o usar como ingrediente (por ejemplo, para hacer la masa de pan, chipa, empanada, fideos, ñoquis, usando 20 g de moringa en 1 kg de harina).

Hojas frescas: Tienen un gusto suavemente picante (una mezcla entre berro y rabanito), que puede usarse en ensalada o se cocinan como una verdura más. Con las hojas trituradas y mezcladas con agua se fabrica el jugo de moringa. Si las hojas se pican o machacan, pueden ser usadas como aderezo.

Hojas secas: Si la hoja se seca de manera apropiada, se conserva de buena calidad por mucho tiempo. Esto se aprecia porque la hoja mantiene su color verde, olor y sabor. Si no, la hoja queda amarilla o marrón, es decir, se pudre, y cambia su olor y sabor. Cuanto más verde se mantiene la hoja seca, más nutritiva y saludable es. Se puede utilizar como el orégano o la albahaca, en pizzas y salsas, y en infusiones, sola, con otras plantas medicinales, o mezclada con la yerba en el mate o tereré.

Preguntas frecuentes

¿Cuánta cantidad se recomienda consumir?

Para adultos, 3 g al día. Para niños, 1,5 g al día. Al espolvorear moringa en las comidas o bebidas y usarla mezclada con otros ingredientes en recetas cotidianas como pan, chipa, empanadas, se podrá consumir la cantidad recomendada. En vez de consumir mucha moringa de una vez, es mejor consumirla poco a poco, cada día.

¿La moringa puede curar ciertas enfermedades?

No es para curarlas, sino que puede ayudar a prevenirlas reforzando el sistema inmunitario, mejorando el funcionamiento de algunos órganos y desarrollando huesos y músculos fuertes.

¿Tiene efectos secundarios?

Esta planta tiene mucha clorofila; hay organismos en los cuales la clorofila se comporta bien, pero hay otras personas a las que en vez de darles energía les da sueño o baja la presión, o se les presentan malestares estomacales y evacuaciones frecuentes, o pueden presentarse manifestaciones alérgicas, como por ejemplo, ronchas. Entonces hay que ir modificando el consumo de acuerdo a lo que va sintiendo. Como es algo natural, no va a hacer daño; tampoco tiene efecto residual en el organismo.

Pasta fresca verde

500 g de harina 000

3 huevos grandes

10 g de moringa en polvo

1. Tamizar la harina con la moringa en polvo. Hacer un volcán con la harina y cascar los huevos dentro.

2. Amasar poco a poco, mezclando primero con la punta de los dedos y después con toda la mano. Hay que hacerlo con energía, que quede bien ligado todo. Se obtiene una masa ligeramente dura que se despega de las manos. Si está muy seca, añadir un poquito de agua y si esta húmeda, un poco de harina.

3. Dejar reposar la masa por 30 min tapada con film plástico para que la proteína se desarrolle y tome cuerpo.

4. Después dividirla en varias bolas y con un rodillo alisarlas ligeramente, lo suficiente para pasarla por los rodillos de la máquina de hacer pasta.

5. Al pasarla por los rodillos, al principio notaremos que se puede arrugar un poco o puede estar un poco blanda. No pasa nada, irá tomando cuerpo al pasarla más veces, 5 o 6 veces de acuerdo al número del rodillo. Del más ancho al más fino o hasta el grosor que queramos darle.

6. Si no tiene máquina de hacer pasta, se amasa con el rodillo hasta dejarla bien fina. Se enrollan las láminas bien enharinadas y se cortan con cuchillo del grosor deseado.

7. Cocinar la pasta fresca en abundante agua con sal para que suelten la harina que llevan adherida y se puedan cocer libremente. El tiempo está determinado por el grosor de la pasta. Desde los 2 hasta los 5 o 6 min.

8. Acompañarla con un poco de aceite de oliva virgen extra, queso crema y moringa curubicada.

Pan de molde con moringa sin amasar

60 g de aceite de oliva virgen

380 cc de agua

30 g de levadura prensada fresca

400 g de harina 000

10 g de moringa en polvo

1 cdita. de sal gruesa

Opcional

½ cdita. de hierbas secas variadas (orégano, romero, tomillo, etc.)

1. Tamizar la harina con el polvo de moringa y dividir la cantidad en dos partes iguales.

2. Calentar ligeramente el agua y deshacer en ella la levadura.

3. Añadir el aceite, la mitad de la harina tamizada y ½ cdita. de sal, y remover.

4. Añadir el resto de la harina y remover de nuevo hasta que esté todo unido. Quedará una masa bastante líquida.

5. Engrasar un molde de pan con un poco de aceite, forrarlo con papel manteca y verter en él la mezcla de pan.

6. Espolvorear la superficie con el resto de sal y las hierbas aromáticas.

7. Dejar reposar en un lugar cálido hasta que la masa llegue al borde del molde.

8. Por último, hornear unos 40 min a 200 ºC.

Más info: Akiko Ito, Lively Paraguay, productora de moringa seca molida y en polvo, con dirección en Hohenau, Itapúa. Tel.: (07752) 32-629 y (0985) 787-700. Email: 

moringa.lively@gmail.com

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