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Las cucharas son uno de los utensilios para comer más antiguos del planeta. A diferencia de los cuchillos y tenedores, que necesitan ser moldeados, las cucharas naturales podían ser cosas, como conchas marinas o piedras con forma conveniente. Los primeros ejemplos conocidos de cucharas no tenían manijas todavía.
No hay un período de tiempo definitivo que se pueda atribuir con la invención de la cuchara. Sin embargo, la evidencia arqueológica sugiere que las cucharas con asas se utilizaron con propósitos religiosos ya en el 1000 a.C. por los antiguos egipcios. Estaban hechas de materiales como marfil, madera, pedernal y pizarra, y cubiertas de decoraciones ornamentadas y jeroglíficos.
Para consumir alimentos, el material más común de las cucharas era la madera debido a su disponibilidad y bajo costo. Sin embargo, durante los imperios griego y romano, las cucharas hechas de bronce y de plata eran comunes entre los ricos y esto se mantuvo así hasta la Edad Media. El diseño de la cuchara cambió a lo largo de los períodos renacentista y barroco, antes de recibir su actual aspecto estándar alrededor del siglo XVIII. Desde entonces, las cucharas han seguido siendo un elemento básico de las mesas modernas y vienen en una amplia gama de variantes, desde sopa hasta cucharas de caviar.
Los tenedores
Aunque técnicamente existieron desde la antigüedad, los primeros tenedores consistían en dos meros dientes y se usaban principalmente para cocinar y servir comida. Los dedos, las cucharas y los cuchillos eran todavía las opciones más populares a la hora de comer.
Algunos de los primeros tenedores de mesa conocidos hicieron su debut en el Antiguo Egipto. También se sabe que en la cultura Qijia (2400-1900 a.C.) que residía en parte de China actual, se utilizaron tenedores. Un par de miles de años más tarde, su popularidad en el mundo occidental se extendió a través de la Ruta de la Seda hacia Venecia.
Durante el siglo XVI, Catalina de Medici ayudó a popularizar el uso del tenedor (así como la pasta, el aceite de oliva, el vino chianti y la separación de dulce y salado) en las mesas francesas, después de su matrimonio con Enrique II. En ese momento, todo lo italiano estaba en boga gracias al Renacimiento. Sin embargo, muchos hombres todavía los rechazaron porque consideraban que su uso era demasiado femenino.
En el siglo XVIII, los tenedores curvados con púas se utilizaban cada vez más para derrotar alimentos, como las arvejas. La gente también llevaba consigo sus propios cubiertos personales, sobre todo en las clases altas.
No fue sino hasta 100 años más tarde, durante el período de la industrialización, que las clases media y baja comenzaron comúnmente a utilizar los tenedores. Incluso superaron rápidamente a los cuchillos como el artículo más popular de la cubertería.
Los cuchillos
En realidad se han utilizado en forma dual, como arma e instrumento para comer, desde tiempos prehistóricos. Esto es bastante lógico: uno mata su alimento y después lo corta en pedazos, convenientemente con una herramienta práctica que sirve para ambas cosas.
Sin embargo, los cuchillos no fueron diseñados exclusivamente para uso de mesa hasta la dinastía de los Borbones en Francia. Hasta ese momento, tradicionalmente eran muy agudos debido a su uso mencionado antes, el de “matar” la propia comida. Por eso, la presencia de cuchillos en una mesa representaba una amenaza constante.
Cuando los tenedores comenzaron a ganar en popularidad durante la Edad Media, esto dio lugar a la necesidad de un cuchillo especial para usar durante las horas de las comidas. Así, en 1669, Louis XIV hizo que los cuchillos excesivamente afilados fueran ilegales en la mesa y los reemplazó con otros más anchos y redondeados. Esto ha permanecido como norma hasta el día de hoy, aunque la variedad estándar de cuchillos de acero inoxidable no fue introducida sino hasta alrededor del vigésimo siglo.