La comida hecha con impresoras en 3D

La empresa holandesa By Flow lanzó el año pasado su impresora Focus 3D, capaz de imprimir múltiples materiales, entre ellos, comida. Este desarrollo les permitió crear Food Ink, el primer restaurante de comida impresa en 3D que está realizando una gira mundial.

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La Focus 3D es una impresora multimaterial que puede imprimir materiales viscosos, como arcilla, cerámica, silicio, y, por supuesto, alimentos, incluyendo hummus, carne, queso de cabra, masa de pizza y chocolate. Esta innovadora máquina le permitió a By Flow comenzar un proyecto en el campo alimenticio para introducir la impresión 3D en la alimentación.

El año pasado, By Flow, el fabricante holandés de impresoras 3D, mostró al mundo que su Focus 3D no es solo portátil, sino también deliciosa, imprimiendo postres en 3D, en el supermercado Albert Hejin de Eindhoven, Holanda. Su tecnología también fue presentada en los 3D Printshows de París, Roma, Madrid, Londres y Berlín.

Luego formaron una nueva organización de alimentos impresos en 3D llamada Food Ink, con una serie de socios innovadores, entre los que se destaca el chef español Mateo Blanch, que cuenta con una estrella Michelin. Food Ink no solo es un restaurante pop-up de alimentos gourmet, sino que también se puede utilizar la Focus 3D para imprimir cubiertos, platos, vasos y hasta la iluminación de estos restaurantes temporales, convirtiéndose en una nueva experiencia futurística.

Comida y algo más

Food Ink se define como “una experiencia interactiva de arte comestible”, de acuerdo a sus creadores. Su primera parada fue el restaurante Villa Flora, en Venlo, Holanda, donde disfrutaron de una cena ecléctica de ocho platos impresos en 3D, con ingredientes frescos y naturales, utilizando innovadoras técnicas multisensoriales del mundo de la gastronomía molecular. La cena fue todo un éxito.

Luego pasaron a Londres, donde la comida no fue lo único impreso en 3D. La cita fue en el número 8 de Dray Walk, los días 25, 26 y 27 de julio de 2016. Allí se sirvió un menú de nueve platos por 250 libras y, también, las sillas, mesas y cubiertos fueron realizados con impresoras 3D. El chef de esa ocasión fue el español Joel Castanyé, ex El Bulli. La cena comenzó al atardecer y cuando iba oscureciendo afuera, los huéspedes empezaron probando champán servido en tubos de ensayo, y al final de la cena se llevaron de regalo exclusivas joyas impresas en 3D.

Por el mundo

La gira del restaurante Food Ink está dipuesta a emprender una vuelta al mundo, pasando por ciudades como Dubái, Seúl, Roma, París, Las Vegas, Toronto, Berlín, Barcelona, Tokio, Sídney, Singapur y otros destinos, para presentar su singular visión de la gastronomía. En muchas ciudades, las entradas ya están comenzando a agotarse.

En su carta de presentación, los creadores de Food Ink afirman: "Concebido y ejecutado por un equipo internacional de múltiples talentos, Food Ink reúne a arquitectos, artistas, chefs, diseñadores, ingenieros, futuristas, industriales, inventores y tecnólogos. Hemos dedicado nuestro conocimiento, experiencia y creatividad para asegurarnos de que esta visión revolucionaria se convierte en una experiencia presente. Como no hay nada como el futuro, estamos investigando sobre las tecnologías emergentes con pasión y curiosidad insaciables".

Fuente:

http://www.imprimalia3d.com/

foodink.io/

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