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Los niños empiezan a quedarse a comer en el colegio y lo harán durante el resto del curso. Un comedor o cantina escolar debería ofrecer un menú equilibrado, variado, adaptado a las necesidades de cada edad.
Para que la salud se mantenga y prevenir enfermedades, como la obesidad, es necesario trabajar en el ambiente escolar y con las familias, tanto para lograr cambios favorables como para mantenerlos.
Desayuno impostergable
Existen múltiples evidencias científicas de que la falta de un buen desayuno reduce el rendimiento escolar. Los niños necesitan glucosa y oxígeno; son primordiales. Si no desayunan o les dan carbohidratos simples, no son aprovechados (dulces, golosinas y facturas) y cuando les piden mayor concentración en la escuela, no pueden hacerlo y su rendimiento disminuye.
Para que haya una mejor oxigenación del cerebro, vital para mejorar la atención y aumentar la concentración, los alimentos deben contener carbohidratos complejos, de preferencia provenientes de las frutas y si se les va a dar galletas o pan, que sean en cantidades mínimas.
Además, el desayuno debe ir acompañado de un soporte proteico (en leche, queso o huevo) que les sirve para asimilar mejor los nutrientes.
Algunos alimentos recomendados
Hay que conocer los alimentos que hay que potenciar, los que hay que reducir y cómo poner en práctica las recomendaciones de los profesionales de la salud.
Para el desayuno:
• Huevo con verdura y un plato de fruta.
• Cereal sin azúcar, con leche, fruta y rollitos de jamón de pavo con verdura.
• Licuado de yogur con fruta y cereal.
• Limitar todo tipo de panes y galletas.
• Café con leche, cacao o cocido con un pancito.
Para la media mañana y meriendas:
• Barritas de cereales.
• Frutas con yogur.
• Sándwich de verdura o queso y jamón con un vaso de jugo natural de frutas.
• Cereal con leche y frutas secas.
Para el almuerzo:
La comida del mediodía puede estar compuesta por:
• Arroz, pastas, papas o legumbres: una ración.
• Ensalada o verduras: una ración o guarnición.
• Carne, pescado, pollo o huevo, alternativamente: una ración.
• Fruta: una pieza (y alcanzaríamos cinco raciones de fruta y verdura diarias durante el resto del día).
• Agua, que debería ser la única bebida en las comidas.
Recomendaciones generales
Los niños aprenden también copiando a sus padres. Por ello, se aconseja que padres e hijos compartan las comidas y los ejercicios, cada uno a su ritmo.
Beber mucha agua a lo largo del día.
Hacer ejercicio y una actividad física ligera cada hora en clase.
Masticar bien las comidas.
Buscar al momento de la comida un lugar placentero y cómodo.
No estar en ayunas más de tres horas.
Los padres seguimos siendo los principales transmisores de los hábitos alimentarios. Tengamos en cuenta que es necesaria la participación en la educación nutricional, para una alimentación y nutrición correcta durante la edad escolar, lo cual permitirá a los niños crecer con salud. Y, al mismo tiempo, aquí han de adquirir los hábitos alimentarios que mantendrán durante toda la vida.