La canela

Es una sabrosa especia que se utiliza para dar sabor a una gran cantidad de platos, tanto dulces como salados. Se obtiene a partir de la corteza de diferentes árboles de hoja perenne de la familia Cinnamomum, que se cultivan durante la temporada de lluvias, cuando esta corteza se vuelve más blanda. La canela, junto con la miel, es la única sustancia alimenticia que no se echa a perder ni se pudre. 

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Tratados de botánica chinos, que datan de 2500 años a.C., ya mencionan la canela y a través de ellos se sabe que le daban más valor incluso que al oro, ya que este condimento tiene una gran cantidad de propiedades medicinales. Existen más de cien variedades de árboles que producen canela, que no es más que la capa interna de la corteza, enrollada en pequeños tubos que se dejan secar y se comercializan tal cual o molidos en forma de polvo. Rica en aceites esenciales, terpenos, murcílagos, cumarinas, taninos, alcanfor, furfural, fibra, sacarosa, vitaminas A, B y C, ácido palmítico y minerales como el boro, calcio, cloro, cobalto, cobre, cromo, estroncio, fósforo, hierro, magnesio, níquel, potasio, sodio, yodo y zinc. Sobre todo, posee proantoclanidinas, un tipo de flavonoide antioxidante al que se le reconocen numerosos beneficios, por lo que la canela es uno de los alimentos con mayor capacidad antioxidante por su elevada concentración en compuestos fenólicos.

En la cocina

El sabor de la canela es ligeramente dulce con un toque final amargo y astringente. Sirve de puente entre los sabores agrios (ácido) y dulces, y combina perfectamente con otros condimentos como la nuez moscada, el clavo de olor, el cardamomo y el jengibre, lo que aumenta las posibilidades de experimentar con los sabores.

Su fragancia dulce y embriagadora la hace ideal para acompañar bebidas como el chocolate, café, infusiones y tés, incluso algunos licores. Es una excelente compañera de los lácteos (leche, yogur), la miel, las frutas como manzanas y bananas, los frutos secos como nueces y almendras, y las carnes, sobre todo de cordero y de cerdo.

En repostería es casi imprescindible para aromatizar tortas, pasteles, mousses y cremas, en el arroz con leche, las natillas, el strudel, algunos helados y budines con pasas de uva y nueces.

Los árabes la utilizan mucho para aromatizar carnes, ya que la canela contiene un aceite esencial, rico en fenol, que inhibe las bacterias responsables de la putrefacción de la carne.

En forma de palitos enrollados (en rama) o molida, es una especia de fácil conservación, siempre y cuando se guarde en recipientes herméticos y en un lugar fresco y seco.

Ficha técnica

Canela (Cinnamomun verum),

Cinnamon (inglés), cannelier (francés), canela (portugués), cannella (italiano), canyella (catalán), ceylon-zimtbaum (alemán).

En la composición de la canela destaca la presencia de vitamina C, vitamina B1, hierro, potasio, calcio y fósforo, por lo que, aunque se consume en escasas cantidades debido a su intenso sabor, nos brinda un conjunto de vitaminas y minerales esenciales para nuestro cuerpo.

Barritas de canela y maní

Ingredientes

Para 12 unidades

150 g de manteca

250 g de azúcar

1 huevo

150 g de harina 000

½ taza de maní tostado

1 taza de maní tostado molido

1 cda. de canela

2 ctas. de esencia de vainilla

1 Batir la manteca; agregar el azúcar y seguir batiendo. Continuar añadiendo los demás ingredientes y unir bien sin amasar.

2 Colocar la mezcla en una asadera enmantecada de 20 x 30 cm.

3 Cocinar por 40 min en horno precalentado a 140 ºC.

4 Cortar las barritas mientras la preparación aún esté tibia. Espolvorear con azúcar impalpable si lo desea. Una vez frías, guardar en frascos herméticos en un lugar seco y fresco.

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