La bebida del amor

Son pocas las ocasiones del año en las cuales es casi una obligación descorchar una botella de champán. Las fechas son un cumpleaños o aniversario, las fiestas de fin de año y también el día o la noche de San Valentín, que se celebra el 14 de febrero. Por supuesto que está claro que uno puede tomarse el placer de descorchar este tipo de vino efervescente todos los días del año; es más, creo que algunos pocos privilegiados lo hacen, lo que para mí hace perder toda aquella mística de las fechas especiales, y el placer de hacer “pop”.

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La pregunta para muchos sigue siendo qué significa “champagne” o qué es el “champagne”?

Primero, tenemos que definirlo: es un vino tranquilo (un vino blanco o rosado como cualquier otro) el cual, por un proceso de segunda fermentación en la botella, ganó presión y el gas quedó preso dentro de la botella, lo que hace que sea una bebida efervescente.

Segundo, el “champagne” solo puede venir de la región de Champagne en Francia, ubicada a unos 130 km al este de la ciudad de París. En esta región hay 37.000 ha de viñedos.

Tercero, los “champagnes” solo pueden ser de tres variedades de uvas: una blanca (el Chardonnay) y dos tintas (el Pinot Noir y el Pinot Meunier).

Cuarto, el periodo en el cual el vino tranquilo fermentó por segunda vez dentro de la botella es como mínimo de tres años, durante los cuales la botella debe permanecer cerrada, para garantizar su homogeneidad y, sobre todo, su calidad.

Quinto, el método de elaboración de un champagne se llama Método Tradicional o Método Champenois; fue descubierto y perfeccionado por el monje benedictino Pierre Perignon, más conocido como Dom Perignon (1638 – 1715), en la abadía de Hautvilliers.

Sexto, el método puede ser copiado en otras regiones del mundo, pero en ningún caso estos productos pueden ser llamados “champagne”, como muchas veces se quiere hacer creer a los consumidores.

Variedades

El champagne puede ser AOC champagne, el más común de todos (mínimo tres años sobre lías) y, además, puede ser una mezcla de las tres variedades de uvas aceptadas en la región de Champagne.

También puede ser AOC Grand Cru (el más caro y sofisticado, debido a la selección del terroir), puede ser Millesime o Vintage (significa que todo el vino tranquilo contenido en la botella viene de un solo y único año de cosecha), Blanc de Blanc, lo que significa que el vino tranquilo base para este champagne está elaborado únicamente de uvas blancas, en este caso, de Chardonnay. El Blanc de Noir indica que el vino tranquilo que fue utilizado de base es blanco, pero en base a uvas tintas vinificadas como vino blanco (porque no hubo maceración). El Champagne Rosé indica que el vino que fue utilizado como base era de color rosado (obtenido únicamente de uvas tintas de corta maceración o también por la mezcla de vino blanco y tinto, que está autorizada en la región).

Como podrán apreciar, no es que sea difícil hacer un champagne pero sí hay muchas condiciones y reglamentaciones para producirlo, regidas por el INAO (Instituto Nacional de Apelación de Origen) para garantizar la calidad de los productos de la región, ya que los mismos representan en el mundo todo el glamour y la sofisticación de esta bebida espumante.

Preciados lectores, les garantizo que esta noche a las 00:00 descorcharé una botella de champagne y brindaré por el amor de San Valentín.

¡Salud! a todos ustedes y hasta el próximo sábado.

oligayet@hotmail.com

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