Innovaciones

El mundo viene evolucionando cada vez más, nuestro mercado local también, muchas veces ni siquiera conseguimos adaptarnos a lo último ya hay algo nuevo. Vemos que ello ocurre, principalmente, en el mundo de la telefonía. El mundo de los vinos es algo más clásico pero sigue evolucionando y, a cada momento, encontraremos novedades. Para aquellos curiosos, hoy podrán descubrir cómo avanzan las cosas y no estamos tan lejos de tenerlas aquí.

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Quisiera principalmente referirme a todo aquello relativo a los corchos o formas de presentación de los vinos. Todos sabemos que el corcho natural de alcornoque es lo más clásico que existe para poder vender un vino. Esto tiene muchos años de tradición desde que fue implementado por un monje benedictino llamado Dom Pierre Perignon, gracias a la ayuda de sus colegas, los monjes capuchinos, provenientes de Portugal que lo ayudaron a descubrir los atributos de este magnífico árbol. El alcornoque, lastimosamente, no es exactamente lo mejor que hay para el vino y, sobre todo, cada vez escasea más, así que nuevas alternativas van surgiendo y lo estamos viendo cada vez que descorchamos un vino. Poco a poco, la gente se va acostumbrando a encontrar corchos de silicona o sintéticos cuando descorcha un vino. Estos están cumpliendo excelentemente su función y nada hay que reprocharles, es más, cada vez se parecen al corcho original, ya que van encontrando nuevas fórmulas que hacen del mismo algo extremadamente similar. Su problema es que al momento de desecharlos demoran años en biodegradarse, pero estoy seguro de que ya encontrarán la forma de solucionar este problema.

Tapa a rosca

La tapa a rosca, o screw cap (como es más conocida), fue una invención patentada en Suiza hace más de medio siglo. Ganó gran preponderancia en países lejanos como Australia y Nueva Zelanda, donde no tenían acceso fácil a los corchos de alcornoque para poder comercializar sus vinos. La tecnología de la screw cap es tan buena que puedo decir que es prácticamente la mejor forma que existe hoy en día para dar el máximo de seguridad a los vinos. La bebida es envasada al vacío por lo que no contiene oxígeno y ello ayuda muchísimo a conservar la calidad y frescura de los vinos. Es por ello que esta tecnología es más usada, digamos, para vinos “para beber frescos o jóvenes” y, sobre todo, para los vinos blancos que no buscan hacer guarda en botella, sino ser consumidos en los primeros años. La screw cap es totalmente reciclable y su valor comercial es bajísimo, con lo que puede hacer que el consumidor final tenga un buen vino a un costo más atractivo.

En lata

Encontramos ahora que algunas vinícolas del mundo, inclusive uruguayas y chilenas, vienen incursionando con la presentación de los vinos varietales (es decir, los que contienen una sola variedad de uva según la legislación de cada país) en latas de aluminio, siguiendo la misma presentación que algunas cervezas o inclusive gaseosas, con una variante de 220 cl de contenido. Es así que podemos comprar un vino Chardonnay en lata de aluminio o un Malbec, no es muy atractivo que digamos, pero sí práctico, se lo deja dentro de una conservadora y se mantiene a temperatura, se puede beber en discotecas y el envase no se rompe al caer al suelo, lo que evita varios accidentes. Es evidente que pierde totalmente el glamour, pero se buscan formas de acercarse más al público joven para que consuman una de las bebidas más nobles que existen actualmente.

En caja

También encontramos el bag in box, (a mi criterio la mejor forma de comercializar vinos para aquellos consumidores que beben bajo recomendación médica una copa de vino tinto en cada almuerzo y cena). La misma contiene volúmenes entre 3, 5, 10 y 15 litros, lo que parecería ser mucho, pero si uno sabe que puede abrir el bag in box y conservarlo y consumirlo todos los días durante más de seis meses, sin que el producto sea alterado, seguro que cambiará de opinión. Dos copas equivalen a 300 cl, lo que quiere decir que 3 litros serán consumidos en 10 días o 15 litros en 50 días. El sistema es simple, una membrana dentro de una caja de cartón contiene el vino y la misma se va exprimiendo como un pulmón cuando libera el oxígeno, sin permitir que este ingrese, lo que hace que el vino pueda mantenerse en perfecto estado por todo ese tiempo.

Preciados lectores: próximamente veremos cómo se comporta el mercado nacional, pero las innovaciones llegarán mucho antes de que nos demos cuenta.

A todos, ¡salud! y hasta el próximo sábado.

Constantemente se buscan formas de acercarse más al público joven para que consuman una de las bebidas más nobles que existen actualmente.

oligayet@hotmail.com

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