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El glutatión (también llamado GSH) ayuda al cuerpo a reparar el daño celular causado por la contaminación, el estrés y la fatiga. Los glóbulos blancos —especialmente las células T, responsables de la salud del sistema inmunológico— requieren del glutatión para multiplicarse y permanecer en niveles óptimos en la sangre. No es de sorprender que los niveles más altos de glutatión se encuentren en el hígado y los pulmones, en los cuales las toxinas producidas por los alimentos no saludables que comemos todos los días y el aire contaminado que respiramos son removidos del organismo. De manera similar, unos relativamente altos niveles de glutatión son encontrados en los riñones.
La función antioxidante
El glutatión es el antioxidante más poderoso del cuerpo e, incluso, ha sido llamado “el antioxidante maestro”. Es un tripéptido que se encuentra dentro de cada célula.
Los antioxidantes son cruciales para eliminar los radicales libres del cuerpo, que son, básicamente, partículas muy reactivas que atacan a todas las células y dañan todo lo que tocan. La mayoría se origina durante el proceso del metabolismo, pero también se pueden generar por la exposición a toxinas, radiación y metales tóxicos. Debido a que los radicales libres son tan destructivos, las células tienen una red de defensas diseñadas para neutralizarlos. Esta red antioxidante se compone de numerosos componentes, que incluyen vitaminas, minerales y sustancias químicas especiales llamadas tioles (glutatión y ácido alfa-lipoico). El glutatión es diferente de otros antioxidantes debido a que es intracelular y tiene la capacidad única de aumentar la actividad de todos los otros. No es solo un antioxidante endógeno, sino también un factor esencial en la utilización de energía, desintoxicación y prevención de enfermedades que relacionamos con el envejecimiento, demencia, alzhéimer, enfermedades del corazón y cáncer.
Su importancia
La buena noticia es que nuestro cuerpo produce su propio glutatión. La mala es que la alimentación perjudicial, la contaminación, las toxinas, los medicamentos, el estrés, el trauma, el envejecimiento, las infecciones y la radiación agotan el glutatión. Esto nos deja más susceptibles a la desintegración celular descontrolada del estrés oxidativo, los radicales libres, las infecciones y el cáncer. El hígado se sobrecarga y se daña, por lo que es incapaz de hacer su trabajo de desintoxicación.
El secreto de su poder radica en los grupos químicos de azufre que contiene. El azufre es una molécula maloliente y pegajosa que actúa como el papel secante y muchos productos dañinos se pegan en ella, incluyendo los radicales libres y toxinas, como el mercurio y otros metales pesados. Normalmente, el glutatión se recicla en el cuerpo, excepto cuando la carga tóxica es demasiado grande.
El glutatión es crítico por una sencilla razón: recicla antioxidantes. Gracias a la vitamina C y E, el ácido alfa-lipoico y, finalmente, el glutatión se neutralizan los radicales libres y reciclan otros antioxidantes. Posteriormente, el cuerpo puede “reducir” o regenerar otra molécula de glutatión y así recuperar los niveles del mismo. Sin embargo, surgen problemas cuando estamos abrumados por el exceso de estrés oxidativo o demasiadas toxinas. El glutatión se agota y ya no puede protegernos; es la parte más crítica e integral de nuestro sistema de desintoxicación. Todas las toxinas se adhieren al glutatión, que luego las lleva a la bilis y las heces, que finalmente salen del cuerpo.
Por último, también nos ayuda a mantener la función mental y física al máximo. La investigación ha demostrado que los niveles apropiados de glutatión disminuyen el daño muscular, reducen el tiempo de recuperación, aumentan la fuerza y resistencia e, incluso, ayudan en el cambio de metabolismo de la producción de grasa para el desarrollo muscular.
Glutatión y envejecimiento
Las personas con altos niveles de glutatión tienden a disfrutar de una mejor salud, mayor energía y un metabolismo más alto. Mucho de lo que llamamos “envejecimiento” resulta de la disminución de la función celular y los órganos. A medida que el cuerpo envejece, normalmente, los niveles de glutatión disminuyen. Esto puede resultar en una mayor susceptibilidad al estrés metabólico, un factor que acelera considerablemente el proceso de envejecimiento. Encontrar la manera de aumentar los niveles de glutatión puede ser una excelente forma de cuidar la salud a largo plazo, mientras que, posiblemente, se retrasen los efectos del envejecimiento.
Cómo optimizar los niveles de glutatión
Es mucho más importante enfocarse en alimentos que contienen precursores de glutatión que este en sí mismo. Un precursor es un elemento que requiere el cuerpo para producir el glutatión. Esto se debe a que el glutatión posee una estructura química que es débil al proceso digestivo, haciéndola inútil muchas veces. Para aprovechar el glutatión, el cuerpo tiene que romperlo en sus componentes para poder crear el suyo propio y obtener los beneficios del mismo.
Los precursores en este caso son el ácido glutámico y la glicina, que se encuentran en casi todos los alimentos que comemos, además de la cisteína, que es mucho más escasa y se encuentra en huevos, ajo, leche. Sin embargo, es sumamente sensible al calor, de manera que si se calientan estos alimentos, pierden por completo su cisteína, inactivándola. A la leche pasteurizada se le llama desnaturalizada por este hecho, porque al calentarla pierde muchas de sus propiedades útiles.
Consejos
Estos consejos le ayudarán a mejorar sus niveles de glutatión, mejorar su salud, optimizar el rendimiento, y vivir una vida larga y saludable.
1 Consuma alimentos ricos en azufre. Los más importantes en la dieta son el ajo, la cebolla y las verduras crucíferas (brócoli, col rizada, repollo, coliflor, repollitos de Bruselas, berros, espinacas, espárragos).
2 El ejercicio ayuda a las células a mantenerse sanas e incrementar la eficiencia en el uso del glutatión. Comience despacio y aumente hasta 30 min al día de ejercicio aeróbico vigoroso, como caminar o correr, o practicar algún deporte. El entrenamiento de fuerza durante 20 min, tres veces a la semana, también es útil.
3 Consuma folatos y vitaminas B6 y B12. Estos son los más críticos para mantener en el cuerpo la producción de glutatión. Las mejores fuentes de folato incluyen frijoles, lentejas, espárragos, verduras de hoja verde, aguacate, brócoli, naranjas, pan, mango, papaya y granada. Para aumentar la vitamina B-12, coma pescados y frutos de mar, productos de soja fortificados, carne vacuna, cordero, productos lácteos y huevos.
4 También se recomienda el consumo de alimentos ricos en selenio, conocido por ayudar a elevar los niveles de glutatión, como las nueces de Brasil y alimentos del mar.
5 Algunas especias, como el comino y la canela, también elevan modestamente los niveles de glutatión. Otros que contienen en menos cantidad son melón, aguacate, pomelo, durazno, naranja, nueces, granola, pavo y pollo.
Los suplementos comerciales
En los últimos años ha crecido su fama como agente que ayuda a retrasar los signos de la edad y la industria cosmética lo ha abrazado como ingrediente de suplementos, como cápsulas, sueros y cremas antiarrugas. Incluso el glutatión tiene otro efecto que también ha despertado interés: inhibe la producción de melanina, el pigmento que determina nuestro color de piel.
Así es como han surgido pastillas, jabones y aerosoles con este antioxidante como base, que prometen aclarar nuestro tono.
Pero nuestro cuerpo tiene dificultades para absorber el glutatión cuando este se administra de forma oral. El motivo es que los jugos gástricos lo degradan y lo poco que consigue salvarse pasa luego a ser víctima de las enzimas que produce el hígado. Lo mejor es ayudar a nuestro cuerpo a regenerarlo naturalmente.
Unico en Paraguay
Actualmente existe un test que permite conocer si los niveles de glutatión son los adecuados. El procedimiento consiste en colocar cuatro cabellos con su raíz en el dispositivo S-Drive, la información epigenética es escaneada, digitalizada y enviada al Centro Cell Wellbeing en Hamburgo, Alemania. El resultado permite conocer si existe una correcta absorción de nutrientes, es decir, si se cubren los requerimientos de vitaminas, minerales, aminoácidos y antioxidantes, entre otras particularidades. El único lugar en Paraguay que realiza este estudio es el centro My Life (www.mylife.com.py).