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Tamarillo (Solanum betaceum)
También conocido como tomate de árbol, tomate andino, tomate serrano, tomate de yuca, sachatomate o chilto, es un arbusto de 3 a 4 m de altura, probablemente autóctono de Perú, Bolivia y algunos lugares del norte de Argentina. Se cultiva en los Andes, sur de Europa, África y Nueva Zelanda. Es un fruto de color rojo intenso –cuando es silvestre– y amarillo o naranja –si es cultivado–, del tamaño de un huevo. Apreciado por su sabor dulce y especiado, se utiliza –sobre todo– para jugos. Su piel es amarga y no es comestible. Se parece muchísimo al tomate, tiene su mismo color, y guarda mucha semejanza con su pulpa gelatinosa y repleta de semillas. Los tamarillos se tienen que comer completamente maduros, tienen que estar muy rojos y blandos al tacto; al cortarlos por la mitad, se pueden comer con una cuchara evitando la piel, pues es muy amarga. También se usan en ensalada de frutas, mermeladas y tartas. En los países en los que se producen se utilizan como guarnición o para elaborar una salsa agridulce llamada chutney.
Tamarindo (Tamarindus indica)
Es un árbol leguminoso que crece en climas tropicales. Es propio de África, pero las condiciones meteorológicas han propiciado que pueda cultivarse también en el sur de Asia y México. Sin embargo, en la India es donde más se lo utiliza, introduciéndolo en cualquier tipo de plato, postre, bebida y salsa. Tiene un alto poder laxante. Es muy dulce y algo pegajoso. Se desgrana como si fuera un maní, pero los frutos están pegados unos a otros y tienen un hueso en su interior. La pulpa de la fruta se utiliza como condimento, tanto en Asia como en Latinoamérica; de hecho, el tamarindo se encuentra disponible en tiendas hindúes, chinas y mexicanas por todo el mundo. La pulpa de un fruto joven es muy ácida y, por lo tanto, recomendable para muchos platos, mientras que los frutos maduros son más dulces y pueden ser utilizados en postres, bebidas o como aperitivo. En México y Centroamérica se hacen concentrados de pulpa de tamarindo para la fabricación de refrescos y bebidas, y en México y su cultura de salsas picantes, en la elaboración de salsas tamarindo o, también, se vende como un dulce, mezclando su pulpa con azúcar o sal, y chile en algunos países de Centroamérica.
Su sabor es dulce, pero picante y tiene muchas propiedades saludables. Su gusto puede resultar demasiado fuerte para ciertos paladares; por eso, aunque los más aficionados pueden comerlo solo, es normal mezclarlo con azúcar o diluirlo para disminuir su potente sabor. Su componente ácido resulta ideal para marinar la carne, dejándola más tierna y suculenta. En México es típica el agua de tamarindo, una bebida refrescante hecha a base de la pulpa de esta fruta.
Tayota (Sechium edule)
Es otra fruta originaria del Nuevo Mundo, fue cultivada extensamente por las civilizaciones maya y azteca de Centroamérica, y hoy en día se ha convertido en un suplemento alimenticio de mucha importancia en los Estados Unidos y Europa. Además de la fruta, la raíz y los tallos tiernos de esta planta enredadera también son usados como alimentos en muchas regiones, principalmente de las Américas. La tayota es una de las pocas plantas que se come en su totalidad: frutos, hojas, brotes, ramas y raíz. Sus tallos pueden cocinarse como espárragos. Las hojas tiernas se pueden preparar como la espinaca, al igual que los brotes tiernos. Los frutos pueden consumirse indistintamente, como los pepinos y las papas. Crudos y pelados, se los emplea en ensaladas. Pueden consumirse al horno, hervidos o guisados. Con ellos se preparan conservas agridulces y dulces. Las tayotas se pueden comer en ensaladas, con jugo de limón y aceite, al igual que las pequeñas hojas y brotes.