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Noni (Morinda citrifolia)
Conocida también como guanábana cimarrona, fruta del diablo o mora de la India, es una planta arbustiva originaria del sureste asiático, que ha sido introducida a la India, Polinesia, México y Panamá. Su fruto tiene, aproximadamente, el tamaño de una papa y es de color amarillo-verdoso, que se transforma en blanco al madurar. Posee olor y sabor fuerte y desagradable, pero se emplea con fines medicinales, ya que es utilizado, generalmente, como suplemento dietético alimenticio por sus bondades nutricionales. Pese a su intenso olor, el noni se consume en situaciones de hambruna. En varias islas del Pacífico forma parte de la dieta nativa, ya sea crudo o cocido. Las semillas también se emplean tostadas. De la raíz y la corteza se extraen tintes de color rojo, púrpura y amarillo.
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Ñame (Dioscorea alata)
Aunque parecen muy similares al camote son bastante diferentes. De hecho, ni siquiera están relacionados. Los ñames pertenecen a la familia de los dioscoreae o las campanillas, mientras los camotes o batatas son del género de los convolvulaceae. Los ñames (de la palabra africana “nyami”, que significa “para comer”) crecen a lo largo de África, pero Nigeria es el productor mundial más prolífero. Hay cerca de 200 especies de ñames que se comen en todo el mundo, como el hawaiano, coreano y dulce. El tubérculo puede alcanzar 1,5 m y pesar hasta 70 kg, con un diámetro de casi 15 cm. Su piel es áspera y de color marrón a gris rosado, difícil de pelar, aunque la cocción facilita esta etapa. El interior es de color blanco y rico en almidón. Las variedades del ñame se clasifican como firmes o suaves. Cuando se cocinan, los primeros son más densos y los segundos, más tiernos y húmedos. Se pueden hervir, machacar, asar al carbón, tostar, hornear o saltear.
Ñandypa guasu (Genipa americana)
Conocida también como huito o jagua, existen varias especies del género genipa que crecen en toda América. Su fruto es una baya globosa o elipsoide anaranjada, con pulpa agria comestible. El jugo de la fruta inmadura es claro e induce una reacción química en la piel humana, cambiando su color a un azul oscuro, por lo que es usado como pintura corporal. Los indígenas lo utilizaban para pintarse la piel y como protección contra insectos. Cuando el líquido se oxida, tiñe de negro la piel; esto es permanente, pero solo afecta las capas externas de la epidermis. Así, pues, cuando la piel se renueva, la mancha desaparece en unas dos semanas. Cuando está madura, la fruta se come cruda o se utiliza en bebidas refrescantes, mermeladas, helados y polvos azucarados. Con los frutos maduros fermentados con aguardiente se hace una bebida alcohólica. El fruto maduro es también una excelente carnada para el paku.