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Jinicuil (Inga jinicuil)
Fruto en forma de vaina de la familia de las leguminosas, de color verde, de 30 cm o más de largo, alberga en su interior semillas verdes ovaladas parecidas a las habas, rodeadas por una especie de algodón aterciopelado muy dulce, que se come como golosina. Se encuentra en regiones cálidas de México, en donde se utiliza el árbol para dar sombra a los arbustos de café. Se vende en los mercados en atados de varias vainas. Las semillas verdes se incluyen como verduras en guisos y sopas, o se muelen, y con el puré rellenan tacos y enchiladas. En ocasiones, son utilizadas secas y tostadas para comerlas como golosina con sal y pimiento picante. En México se lo conoce como cuajinicuil, machetón, chelele, vainillo, y en Centro y Sudamérica lo llaman caete, paterno, guama o cuje. Muchos nombres podemos encontrar para este fruto, pero es uno de los ingredientes más exóticos de la cocina prehispánica, su sabor y textura algodonosa dan al paladar una experiencia única.
Jiotilla (Escontria chiotilla)
Conocido también como chiotilla, quiotilla, pitahaya de agua o tunilla, es el fruto de una planta de la familia de los cactus, que mide 5 cm con escamas imbricadas y cáscara color café purpúreo cuando madura. Su forma semeja a la de una pequeña tuna. La pulpa es rojo oscuro de sabor dulce con muchas semillas, se asemeja a la pitahaya roja. Abunda en México, donde se come como fruta fresca, cruda, cocida o secada al sol. Especialmente en Oaxaca se utiliza para preparar cremas, gelatinas, lechecilla, aguas, nieves, y la torta de almendras y jiotilla. Se suele agregar horchata para volverla color rosado. La mermelada de jiotilla es una joya de Oaxaca. Esta cactácea muy pequeñita es recolectada a mano por las mujeres de la región que elaboran el dulce de manera artesanal. Además de su delicioso sabor, que asemeja al de los frutos rojos (un poco más dulce y menos ácido) y su color único, es completamente orgánica.
Jitomate (Lycopersicon esculentum)
Fruto globoso de forma esférica u ovoide, de color verde cuando no está maduro y rojo cuando madura. Su pulpa, jugosa y con numerosas semillas, tiene sabor ácido y algo dulzón. En los mercados de México se conocen dos variedades: el jitomate bola, que es redondo, y el jitomate guaje o guajillo, que tiene forma ovalada, algo alargada y de menor tamaño que el anterior. Su utilización en la cocina es infinita, ya que con él se elaboran todo tipo de salsas, caldos y guisos. Se come crudo en rebanadas, asado o cocido. Es uno de los pilares de la cocina mexicana, de origen americano, muy cultivado y difundido a lo largo de Mesoamérica antes de la llegada de los españoles, quienes lo introdujeron a Europa con gran éxito en el siglo XVI. Se lo consideró tóxico y hasta el siglo XVIII fue una simple planta ornamental. Hay alrededor de 600 variedades, extremadamente distintas en tamaño, forma, color, sabor, con o sin semillas. En España y algunos países de América Latina se lo conoce como tomate.