El té de perlas es un boom

Hecho con perlas de mandioca, este té de origen taiwanés se vende más que las gaseosas y ya ha originado todo un boom en las principales capitales del mundo. La buena noticia es que se puede probar aquí también, en Asunción.

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En China existe un tipo de bebidas que supera en popularidad a las bebidas gaseosas de Occidente, es el té de burbujas con perlas de mandioca, considerado en China una bebida nacional por su popularidad. En América del Norte, los Bubble Teas ya son una bebida de culto, mientras que en casi todas las grandes ciudades de Asia, hay más de 80.000 lugares dedicados a esta bebida. Y todo fue fruto de la curiosidad de un comerciante taiwanés, quien quería ver lo que sucedía cuando se mezclaba un té normal con hielo y bolitas de mandioca.

Se consume tanto frío como caliente y hay de todos los sabores y los colores: vainilla, banana, frutas del bosque, café, etc. Se puede mezclar con una base de agua o leche: con agua es más fresco y con leche se parece un poco a un batido. En el fondo del vaso nadan las pequeñas bolitas de mandioca, que con la ayuda de una pajita grande permiten llevar una explosión de sabores a la boca. Es una experiencia nueva, única y totalmente diferente a lo que haya probado antes.

Taipei, Nueva York, Londres, Toronto, Madrid, Barcelona, Roma y muchas ciudades de Asia tienen negocios exclusivos de venta de Bubble Teas. La bebida se vende más que las gaseosas porque es muchísimo más sana y totalmente natural. Tan popular es el consumo de estas bebidas en China que las principales cadenas internacionales de comida rápida las ofrecen en sus menús, como McDonald’s y Kentucky Fried Chicken (KFC).

Las perlas de mandioca

Uno de los principales productores de perlas de mandioca o “perlas sagu” es Brasil, donde las consumen en todo tipo de postres, en especial uno muy conocido aquí en Asunción, que se ofrece en algunas churrasquerías brasileñas, el postre de perlas de sagu al vino tinto.

Para obtenerlas, el almidón de mandioca se hace pasar por un tamiz bajo presión, hasta formar perlas de distintos tamaños. Estas, luego se hierven y toman el color y el sabor del líquido en el que se hirvieron. Crudas, son blancas y duras, con forma esférica, y cuando se cocinan se vuelven transparentes y gelatinosas.

Este formato de mandioca se hizo también muy popular en la cocina asiática, y en Europa es muy utilizado en la cocina creativa, porque aporta una textura diferente, pues absorbe sabores y las perlas son muy vistosas, son un complemento rápido y visual que, muchas veces, puede recordar a unas huevas de salmón o a un falso caviar esferificado.

Otro valor positivo de estas perlas es su contenido en nutrientes, principalmente hidratos de carbono. Es decir, son energéticas, pero apenas contienen grasas, son ricas en minerales, como el potasio, el magnesio, el calcio y el hierro, y en vitaminas, destacando las del grupo B. Además, no contienen gluten, por lo que son apropiadas para las personas que padecen celiaquía.

Para cocinarlas, se hierven en 7 partes de agua por cada parte de perlas de mandioca, durante aproximadamente 15 min, para luego apagar el fuego y dejarlas otros 15 min reposando en el agua. Las perlas de color oscuro se obtienen agregando azúcar moreno o miel de caña a su preparación.

El té de perlas ya se puede probar en Asunción.

Lo sirven en el Café Eny (Guido Spano 1712 c/San Martín, tel. 604-070) y el vaso cuesta G. 20.000.

Tan popular es el consumo de estas bebidas en China que las principales cadenas internacionales de comida rápida las ofrecen en sus menús.

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