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En la mayoría de los casos, estas personas comienzan a tener hambre a partir de la tarde o noche y realizan una cena equilibrada en cantidades; el problema comienza en el momento de ir a dormir. Fue descrito como síndrome en 1995, tras observar en pacientes obesos una inapetencia diurna que, por la noche, les convertía en comedores repetitivos. Estas personas sufrían una especie de “anorexia diurna” y comenzaban a ingerir alimentos desde las 14:00 en adelante. Con mayor intensidad, comían a partir de las 20:00 y podían hacerlo durante toda la madrugada. En ocasiones, el hábito compulsivo les impedía dormir. La prevalencia de este trastorno es más frecuente en mujeres (66 %), cuya causa permanece desconocida. Con respecto a la edad, se manifiesta regularmente durante la adultez temprana, con una edad media de 39 años, y en personas con índice de masa corporal de sobrepeso y obesidad.
Síntomas que se presentan
- De día tienen inapetencia.
- Desayunan y almuerzan muy poco o no consumen nada.
- Después de cenar, realizan varias ingestas no copiosas durante toda la noche.
- La elección de los picoteos nocturnos suele ser con alimentos altos en hidratos de carbono.
- Tienen insomnio. Para conciliar el sueño necesitan comer y al rato se vuelven a despertar, repitiéndose el ciclo nocturno.
- Se suelen sentir culpables y angustiados por su relación con la comida.
- Son personas con un alto grado de ansiedad.
- En períodos de mayor estrés (emocional, laboral, relaciones interpersonales), aumentan sus ingestas nocturnas para calmar estos estados.
Causas y consecuencias
- Una de las causas de este problema es psicológica y/o psiquiátrica. Son personas con predisposición al estrés, ansiedad y conflictos emocionales.
- Una de las consecuencias de este problema es el insomnio, que se produce por varias razones. Al no comer de día, la persona acumula hambre, que se sacia durante la noche y se convierte en un circuito alterado. Por otro lado, la digestión de los alimentos provoca complicaciones para conciliar el sueño y, si consigue dormir, se despierta frecuentemente.
- Las personas con este problema realizan las actividades diarias tras noches de insomnio, lo que provoca ansiedad y estrés, y genera que coman compulsivamente para calmar estos estados. Esto muestra que el insomnio es causante del trastorno y, a la vez, consecuencia del mismo.
- Otra consecuencia de este trastorno es la obesidad: un porcentaje muy elevado sufre de sobrepeso.
Diagnóstico
Lo más importante de todo es que, si existe alguna duda de padecer este síndrome, es obligatorio consultar con un médico para recibir asistencia de manera urgente. Para diagnosticar este síndrome se utilizan registros alimentarios donde la persona escribe los alimentos, cantidades y horarios de sus ingestas. Una de las dificultades en su diagnóstico es que, a veces, se confunde con insomnio puro o con otro tipo de desorden alimentario, como el trastorno por atracón. ¿Cuál es la diferencia? Es que estos pacientes no realizan ingestas tan grandes y descontroladas como para ser diagnosticados con desorden por atracón, sino que comen durante toda la noche varias ingestas que no son tan abundantes. Recuerde que es importante consultar con el médico o nutricionista para tratar este problema.
Fuente: consumer.es