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¿Tienes un nivel elevado de ácido úrico? ¿Te duelen las articulaciones y se inflaman, como por ejemplo los dedos? Los hábitos de vida y alimentación inadecuados, al final, nos pasan una grave factura. Hay determinados alimentos que acaban sintetizando en nuestro organismo las llamadas purinas, residuos que se cristalizan y forman una especie de cristalitos que salen del riñón a la circulación sanguínea y se concentran en las articulaciones, inflamándolas y ocasionando un gran dolor. Muy característica, por ejemplo, es la inflamación del dedo gordo del pie, de las manos y rodillas. Podemos sufrir la temida gota, por ejemplo, y puede llegar a ser muy grave y dolorosa. ¿La podemos tratar? Desde luego. Debemos seguir las pautas médicas y tomarnos la medicación que nos prescriban. Pero igual de básico es corregir nuestra alimentación y nuestra dieta.
¿QUÉ ES EL ÁCIDO ÚRICO Y CÓMO INFLUYE EN NUESTRO ORGANISMO?
El ácido úrico es un compuesto químico generado por nuestro organismo cuando este degrada unas sustancias llamadas purinas. Las mismas pueden ser generadas por el propio organismo de forma endógena, o bien ingeridas en nuestra alimentación (factores exógenos).
Nuestro cuerpo utilizará una parte de estas purinas resultantes en su proceso de regeneración celular, mientras que otras serán desechadas a través de la orina, ya en forma de ácido úrico.
¿QUÉ PASA CON EL ÁCIDO ÚRICO QUE SE QUEDA EN LA SANGRE?
La eliminación por la orina de este compuesto es muy deficiente, por lo que nos encontramos con el problema de que el ácido úrico se va acumulando en la sangre. La cantidad en nuestro organismo debería moverse entre los 2 y 4 mg por cada 100 ml de sangre, pudiendo llegar hasta los 6,8 mg en los hombres. En el caso de que se superen los 7 mg por ml, estaríamos ante un caso de hiperuricemia, que puede desencadenar dos tipos de problemas comunes:
Formación de uratos de sodio o cristales que pueden acumularse en las articulaciones, generando su inflamación en forma de artritis. Este proceso puede ir acompañado de litiasis renal úrica, conocida como “piedras en el riñón”. Además de ser muy doloroso, esto puede afectar al correcto funcionamiento de los órganos.
Ataque de gota. La acumulación de uratos en las articulaciones puede desencadenar en el temido ataque de gota. Aunque habitualmente se desencadena en el dedo gordo del pie, este podría aparecer en otras articulaciones del cuerpo, sobre todo en las articulaciones de las extremidades (dedos, rodillas, muñecas, codos).
¿CÓMO ELIMINAR LA HIPERURICEMIA?
Una vez que han aparecido los síntomas es necesario saber cómo bajar el ácido úrico para que estos remitan y, de ser posible, que no vuelvan a presentarse. El pH de la orina es un factor clave a la hora de eliminar el ácido úrico. Debido a unos malos hábitos alimentarios, este pH puede ser muy ácido y esto dificulta en gran medida la eliminación de purinas a través de la orina. Por ello, a través de unos buenos hábitos alimentarios, debemos de tratar de revertir esta situación tratando de conseguir que el pH sea más básico o neutro. Esto conseguirá eliminar exponencialmente los niveles en sangre a través de la micción.
DIETA DE ADELGAZAMIENTO E HIPERURICEMIA
Siempre que realice una dieta para bajar de peso, esta debe ser supervisada por un médico o nutricionista, ya que, de lo contrario, podría producirse un incremento del ácido úrico sérico. Esto es así debido a que, al perder peso, nuestro organismo genera cetonas, unas sustancias de desecho que competirán con las purinas para ser eliminadas por la orina.
La dieta específica para reducir los niveles de ácido úrico en sangre debe ir enfocada a controlar los tres factores principales:
El pH de la orina: lo que nos interesa es realizar una dieta alcalinizante para conseguir cambiar ligeramente el pH de la orina y favorecer la eliminación del ácido úrico. Esto se consigue principalmente:
Bebiendo una importante cantidad de líquidos diariamente en forma principalmente de agua y de caldos vegetales sin sal.
Potenciando el consumo de alimentos alcalinizantes como las verduras, papas, frutas, ensaladas, y reduciendo el consumo de alimentos acidificantes, como el pan, la pasta, el arroz, el pescado, la carne y los huevos.
Evitando el consumo de alimentos ricos en sal y la sal en las preparaciones caseras.
Obviar por completo el consumo de alcohol, incluyendo la cerveza y el vino.
La ingesta de purinas: la dieta diaria debe ser lo más baja en purinas posible. Esto significa que no solamente hay que vigilar los alimentos que se consumen, sino también su preparación. Cuando hervimos un alimento que contiene purinas, gran parte de estas pasan al agua de cocción. Por lo tanto, es una buena manera de reducir el contenido en purinas de los alimentos, pero se deben evitar los caldos.
La ingesta de fructosa: la fructosa una vez asimilada por el organismo se metaboliza en xantina, una purina que finalmente pasará a ser ácido úrico. Aunque siempre se recomiende comer unas cinco porciones de fruta al día, lo cierto es que si sufre de ácido úrico alto es recomendable que no abusar de ellas, ya que son ricas en azúcares. Por esta razón, se recomienda realizar el consumo de únicamente una pieza de fruta al día y elegir las que contengan menor cantidad de fructosa, como el kiwi, el mango, la sandía, las frutillas, la naranja, el melón, la piña y el durazno. Los cítricos son siempre la mejor opción, como el pomelo, los limones o las naranjas.
También es interesante saber que la fructosa, cuando se usa como endulzante sustituyendo al azúcar, produce trastornos metabólicos que llevan a la elevación del ácido úrico y de otros parámetros como los triglicéridos. Esto no ocurre cuando la fructosa que se toma es la que viene naturalmente en las frutas y verduras.
ALIMENTOS PROHIBIDOS
Hay alimentos que únicamente se prohibirán cuando se esté padeciendo un ataque de gota. En la dieta para bajar el ácido úrico se recomienda evitarlos o consumir pocas cantidades y de manera ocasional. Se trata de los alimentos que más cantidad de purinas contienen: vísceras, embutidos, carne roja y de caza, pescado azul y mariscos. Para conocer mejor qué alimentos evitar y cuáles consumir podemos seguir la tabla del recuadro.
Los 5 mejores alimentos para reducir el ácido úrico
1 Alcauciles. Posiblemente sean de las mejores verduras para reducir el ácido úrico. Su secreto está en que son diuréticas e ideales para la eliminación de toxinas, evitando la retención de líquidos. Además, aportan muchos minerales, vitaminas y antioxidantes. Son ricas en fibras, proteínas y ácidos grasos saludables. Solamente hay que hervirlas, para después beber el caldo resultante de la cocción, y servir los alcauciles con un chorrito de aceite de oliva y vinagre de manzana. Solo se come la parte tierna del centro, las hojas se desechan.
2 Cebolla. Ya en la antigüedad era utilizada para librarnos de múltiples enfermedades. Es genial para reducir los niveles de ácido úrico en nuestra sangre, bajando así poco a poco la hiperuricemia. Y aún más, nos va a permitir bajar los triglicéridos. Pero ¿cuál es el mejor modo para que la cebolla nos ayude a reducir el colesterol? Lo que haremos es hervir un par de cebollas no muy grandes. Pélelas y ábralas en dos trozos. Una vez que estén ya blandas, separe el agua de la cocción y colóquela en una botella con el jugo de medio limón. Esta bebida la tomaremos a lo largo del día.
3 Calabaza. Es excelente y muy saludable. Uno de esos vegetales enormemente diuréticos que nos permitirá ir eliminando el ácido úrico gracias a la producción de orina. Hervida o al horno resulta deliciosa y muy adecuada. Incluso, las semillas de calabaza también son muy saludables.
4 Apio. Dispone de un efecto alcalinizante en la sangre que nos permite ir reduciendo y eliminando el ácido úrico de modo natural. Limpia nuestra sangre, depura tóxicos y es ideal también para ir perdiendo peso. Se puede comer crudo en ensaladas, o hervido, en caldos, o como integrante de un jugo energético de vegetales, hecho con un extractor de jugos.
5 Zanahoria. Otra verdura imprescindible para quienes deban reducir el ácido úrico. Tiene efectos alcalinizantes muy efectivos para eliminar el exceso de purinas y cristales que se almacenan en nuestras articulaciones. Puede incorporarla en ricos jugos naturales, cocida al vapor o cruda, rallada, en ensaladas.