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La costumbre de colocar una fuente o cestita llena de trocitos de pan en el centro de la mesa se reserva solo para comidas familiares o muy informales. Hay muchas formas de presentar el pan en la panera. Lo mejor es tratar de colocarlos enteros, pero si son muy grandes, podemos obtener unos ‘triángulos’ de pan cortándolo por la mitad, o de forma longitudinal (como tiritas), o en rebanadas rectas o al biés, un poco más gruesas. A la hora de presentarlas en la panera, se debe respetar la forma original del pan y no debe faltar ninguna rebanada.