Cómo elegir una cafetera

Hay muchas formas de preparar el café cotidiano. Las cafeteras eléctricas nos ayudan en esta tarea, pero es conveniente conocer las diferencias entre tantos modelos, para conseguir la que se adapte mejor a nuestras necesidades.

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Las primeras cafeteras que se usaron en forma doméstica provienen de Italia. Las famosas cafeteras italianas de cuerpo metálico permitían colocar en su base el agua, y el café en un filtro metálico intermedio. Luego se enroscaban y se llevaban al fuego. Cuando el agua comenzaba a hervir, el café subía hasta el recipiente superior, en aproximadamente 3 a 4 min, dependiendo del tamaño según la cantidad de pocillos. Estas primeras cafeteras fueron nuestra salvación por muchos años y, aunque ahora existen muchas variedades de cafeteras eléctricas, todavía algunos prefieren preparar el café de esta forma digamos, más tradicional.

En el mercado existe una amplia oferta de cafeteras, a grandes rasgos diferenciadas por el sistema que se utiliza: por goteo o exprés; con estas últimas se puede preparar un café cremoso y espumoso, como el de bares y restaurantes. A la hora de comprar, es importante conocer las principales características de cada una de ellas.

Cafeteras gota a gota

Capacidad. Lo primero que debe preguntarse es cuáles son sus necesidades. Las cafeteras de 1 l proporcionan 6 tazas de café. Las de 1 l y un cuarto, 10 tazas y las de 1 litro y medio, 12 tazas. En cualquier caso, optar por un aparato de mayor capacidad le permitirá hacer el número de tazas que desee siempre que calibre la cantidad de agua y de café. 

Filtro. Por lo general, todas vienen sin filtro. Luego, cada cual decide qué tipo de filtro desea y lo compra aparte. Los filtros desechables de papel son más recomendables porque técnicamente su filtrado es mejor y garantizan el pleno sabor de la bebida. El filtro permanente tiene la ventaja de que no hay que cambiarlo cada vez que se hace el café pero, a la larga, el sabor es peor. Con el uso constante, el proceso de filtrado se dificulta porque el filtro se va obstruyendo. Esto repercute en la pureza del sabor, que acaba deteriorándose.

Jarra de cristal o termo. El objetivo es que el café se mantenga caliente. Los modelos con jarra disponen de una placa calefactora pero si quedan allí muchas horas, a la larga el café adquiere un gusto rancio. Las jarras de cristal se pueden reemplazar comprando otra como repuesto. Cerciórese de que la manija tenga un ajuste firme al vidrio. También hay modelos con jarra tipo termo, aunque estas jarras termoaislantes mantienen el calor durante solo 4 h. En cuanto al material, lo más frecuente es que el termo sea de plástico o acero inoxidable. Estos últimos, si se caen, no se rompen. 

Válvula antigoteo. Permite retirar la jarra antes de que finalice el proceso de elaboración. De este modo, se evita que el café siga cayendo cuando la jarra no ocupa su lugar. 

Temporizador. Este mecanismo pone en funcionamiento el aparato a la hora que el usuario haya dispuesto. Esta es una ventaja relativa porque el proceso de hacer café es rápido, dura 3, 4 o 5 min. Pero no hay nada como despertarse y sentir el aroma del café recién hecho

Acabado exterior. Todas las cafeteras son de plástico, aunque de diversas calidades. Los plásticos más caros son mejores porque repelen el polvo y requieren menos limpieza.

Cafeteras exprés 

Presión. El elemento clave de una cafetera exprés es la presión, que se mide en bares. Esta característica será la que determine la cremosidad del café y la eficacia de la boquilla - vaporizador. Casi todos los modelos del mercado tienen 15 bares de presión. 

Capacidad. La capacidad del depósito de agua, que suele ser extraíble, va de 1 a 3 l. Independientemente de cuál sea el volumen de depósito, la capacidad del cacillo de café es siempre de 1 o 2 tazas. 

Proceso manual o automático. Existen dos tipos de cafeteras exprés:

• Las manuales. Son las más vendidas. El usuario decide qué cantidad de agua quiere que salga en su café. El proceso suele durar unos 15 segundos, transcurridos los cuales se debe cortar la salida del agua. De no ser así, el agua que se encuentra en el circuito acabará aguando el café.

• Las automáticas. La máquina se encarga de regular el número de tazas y la cantidad de café deseada.

Boquilla – vaporizador. Esta boquilla articulada permite calentar agua y espumar la leche. Muy práctico para la preparación de infusiones. 

Piloto temperatura ok. Indica que la máquina está preparada para hacer el café. La cafetera tarda cerca de 2 min en alcanzar la temperatura ideal para preparar la primera taza. Después, solo tardará 15 o 20 segundos en preparar el siguiente pocillo. 

Sistema de autocebado. Sirve para sacar el aire que se haya podido quedar dentro de la máquina. Algunos modelos cuentan con este sistema. 

Superficie calienta tazas. Esta ventaja adicional solo está presente en algunos modelos. Su función es conseguir que la temperatura de la taza sea parecida a la del café, aproximadamente a 90 grados. De esta forma se evita su enfriamiento. 

Molinillo de café. Los modelos más completos incorporan un molinillo. En ocasiones, el dispositivo permite regular el tipo de molido y el sistema de dispensación.

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