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Llegó la época en la que las ensaladas se convierten en la mejor opción para comer algo rápido, fácil, fresco y liviano en estos días de calor extremo. Y es que, realmente, parece que no nos dan ganas ni de entrar en la cocina. No hay ninguna ciencia en preparar una ensalada, pero tienen algunos truquitos; sobre todo a la hora de condimentarlas.
Según un viejo dicho español, para aliñar una ensalada hacen falta cuatro personas: “Un tacaño para el vinagre, un moderado para la sal, un generoso para el aceite y un loco para darle mezcla. ¡Qué interesante forma de precisarlo!
¿Qué va primero?
Según los expertos en aceites de oliva, el secreto a la hora de aderezar las ensaladas es poner primero la sal, luego el vinagre u otros condimentos, y, por último, el aceite. ¿Por qué? Si el aceite se pone primero, se va a crear una capa alrededor de los alimentos que impedirá que luego absorban el resto de los condimentos que estás usando. ¿Lo sabían?
Aliños comunes
La vinagreta, que es el aliño más usual y conocido por todos, en general debe respetar la siguiente proporción: 4 partes de aceite por 1 de vinagre. Aunque es una regla general, en definitiva, será siempre según el gusto personal.
Si por algún error nos hemos pasado en la cantidad de vinagre, el inconveniente se puede solucionar. Solo habrá que agregar unas migas de pan al fondo de la ensalada, las dejamos reposar unos minutos y cuando ya hayan absorbido el vinagre las retiramos, agregamos un poco más de aceite y controlamos el sabor.
Es común que mucha gente reemplace el vinagre por el jugo de limón. También podemos cambiar el tradicional aliño de sal, aceite y vinagre por otro compuesto por jugo de limón, mostaza y aceite de oliva. El cambio será importante y sabroso al paladar.
Es importante condimentar la ensalada justo antes de servirla. Lo ideal es tener ya preparado el aliño en algún otro recipiente. Para elaborarlo, primero mezclaremos el vinagre con la sal y cuando esta se disuelva completamente agregaremos el aceite.
Otras opciones
Ir más allá de la típica mezcla de aceite y vinagre y añadir nuevos elementos, nuevas especias, para darles un toque de originalidad. Las especias enriquecen nuestros platos y aportan color y aroma, siempre que se empleen con moderación. Podemos elegir entre una gran variedad, pero hay cuatro que combinan a la perfección con ensaladas:
- Pimienta negra: es muy popular, pero no todos la utilizan en casa ni la tienen sobre la mesa para servirse a gusto. Más bien dejamos que los cocineros la integren a las recetas. Pero en una ensalada, cada uno puede condimentarla a su gusto y para ello deberíamos tener un pequeño molinillo de granos de pimienta a mano en la mesa. Es muy interesante su toque de picor y va bien con cualquier tipo de platos.
- Cilantro: no es tan popular como la pimienta, pero su sabor es inolvidable, y queda muy bien con ensaladas y platos más exóticos. Lo mismo que la pimienta, se puede conseguir en granos y tener un molinillo en la mesa para espolvorearlo sobre la comida. Las hojas frescas de cilantro (kuratû) se pican y se deben utilizar con moderación.
- Jengibre: es una raíz de sabor fuerte y picante, muy peculiar. Tiene propiedades refrescantes, excelentes para estimular el apetito y activar los procesos digestivos. Tiene muchas variedades, se puede utilizar como condimento fresco, seco, en polvo, como jugo, en aceite o confitado. Es una especia muy utilizada en la cocina asiática, pero en cualquiera de las formas que lo utilices es perfecta para introducirlo en ensaladas exóticas. Es recomendable dosificarlo en pequeñas cantidades, ya que el jengibre es bastante potente y picante en su sabor y aroma.
- Albahaca: es una de las plantas aromáticas más apreciadas en la cocina, muchas veces es considerada por los mejores chefs como un ingrediente insustituible. La albahaca es una hierba dulce y fragante, con un sabor más fuerte en verano. Se usan solo sus hojas perfumadas, frescas o secas. Las hojas secas se suelen emplear para la preparación de salsas y guisos. Pero las hojas frescas, que se pueden utilizar enteras o picadas finamente, son el condimento perfecto para incorporar en ensaladas.