Cargando...
Esta bodega tiene una larga historia en nuestro mercado. Perteneciente a la familia Romero, exgobernador de la provincia de Salta, fue lanzada oficialmente al mercado paraguayo hace como 10 años atrás en el restaurante Le Sommelier de la mano de la importadora Andina, que fuera durante años su representante. Siempre tuvo una muy buena aceptación entre los conocedores de vinos, hasta que llegó el momento de no tener más stock, al igual que la importadora. Por suerte eso fue solucionado y, hace como un año, Caminos del Vino (de Ciudad del Este) tomó la representación de la bodega en el país, y hoy volvemos a tener los vinos con normalidad en varios puntos de venta, con lo que puedo confirmar que, al estar leyendo estas líneas, si desean comprar una botella, lo podrán hacer sin inconvenientes y, sobre todo, a un precio bastante razonable.
El Porvenir tiene cuatro fincas de donde obtiene las uvas, no muy lejos unas de otras. El día que la visitamos fuimos a almorzar a la Finca El Retiro, que queda nada más que a 600 m de la bodega, exactamente en las afueras de la ciudad, en donde hay plantas de más de 50 años con las típicas uvas Torrontés (blanco) y Tannat (tinto). En esa finca se encuentra la casa para invitados y huéspedes, una opción más que atractiva para pasar unos días allí.
Fuimos recibidos por Carmen, quien tenía preparada para nosotros una linda actividad: poder hacer y preparar nuestras propias empanadas salteñas. La experiencia valió la pena; Blas hizo unas cuantas que le salieron bien; Fernando, mejor que se dedique a otra cosa; Noelia fue a buscar uvas pasas en el viñedo y se las agregó al relleno, y las mías estaban más o menos, tirando más hacia el menos. Mientras tanto, el asado se estaba preparando: morcillas, chorizos, costillas vacunas, lomo y cabrito; todo ello acompañado de ensaladas, lo que hacía aumentar el hambre en el grupo.
El almuerzo
Comenzamos con las empanadas, que habíamos preparado nosotros mismos, acompañadas de un excelente Laborum Single Vineyard Chardonnay, algo diferente para disfrutar de otro estilo de vino. A continuación, ya con la carne, uno de los vinos que más me ha gustado, el Laborum Single Vineyard Syrah, aunque algo diferente para mejor, desde que Paul Hobbs metió la mano en el vino, muy frutado y con el toque exacto de madera, lo que lo convierte en un vino muy fácil de ser disfrutado. El asado continuaba viniendo a la mesa, así como las empanadas, porque había quienes pedían más… Pasamos al vino ícono de la bodega, llamado El Porvenir Icono de Familia, un vino blend de Malbec, Cabernet Sauvignon, Tannat y Petit Verdot, realmente exquisito. Descorchamos dos botellas de este vino y ni cuenta nos dimos; creo que todos quedaron muy entusiasmados con esta bebida porque tiene mucho carácter. Se puede guardar por varios años (gracias a su guarda de 22 meses de barrica) y, también, puede ser bebido ahora, porque, dejándolo respirar, se vuelve muy amigable.
El postre se sirvió acompañado de un último vino, el Torrontés de Otoño, que es dulce, ideal para la sobremesa, y a muchos sorprendió por su elegancia y toque justo de acidez.
Visita a la bodega
Terminado el almuerzo, fuimos a visitar las instalaciones de la bodega con nuestra guía, quien nos explicó un poco más sobre el trabajo del enólogo Francisco “Paco” Puga y el asesor Paul Hobbs, una eminencia de la viticultura mundial. Y, como era de esperarse, no salimos sin degustar unos cuantos vinos más, quedando para el recuerdo el Laborum Single Vineyard Syrah 2005, que estaba memorable.
Como siempre les digo, apreciados lectores, los viñedos están siempre muy cerca de la buena gastronomía, buenos vinos y, sobre todo, gente muy amable. Cafayate y Salta nos ofrecen eso, de seguro. ¡Salud a todos! y hasta el próximo sábado.