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Lo que hay que tener
En primer lugar, rescatemos todo el pan que haya en casa, aunque ya no esté en su momento de gloria. Quizás tenga una bolsa de pan lactal o cualquier otro; lo utilizaremos para cortarlo en rebanadas del tamaño deseado.
1. Untar o pincelar las rodajas de pan con unas gotas de aceite de oliva (si no tuviera, servirá cualquier aceite de cocina, son solo unas gotas) y condimentar con alguna hierba seca (orégano, romero, tomillo, perejil, etc.) o simplemente con pimienta molida.
2. Colocar los panes en una placa en el horno, y tostarlos, mejor si los ponemos sobre una rejilla de horno, así el pan se tuesta regularmente por ambas superficies.
3. Cuando las rebanadas hayan tomado color, sacarlas del calor y proceder a colocar encima los ingredientes que disponga. Servir inmediatamente, mientras el pan aún está tibio.
juan.monzon@abc.com.py