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Olivo (Olea europea)
El árbol de olivo, también conocido como aceituno, tiene varias propiedades medicinales, las cuales se concentran en sus hojas, en la corteza y en el fruto. Es diurético, ya que estimula la eliminación de líquidos acumulados en el organismo, útil para tratar enfermedades como la gota y para prevenir la aparición de cálculos renales. También es laxante, ideal para tratar casos de estreñimiento o problemas digestivos en general. El olivo es un excelente vasodilatador, por lo cual ayuda a reducir la presión arterial, estando especialmente indicado para personas que sufren de hipertensión, o de problemas como várices y hemorroides. El fruto del olivo (la aceituna) tiene propiedades digestivas, ya que estimula la secreción de bilis, favoreciendo los procesos digestivos. Por esto se recomienda consumir aceitunas en caso de presentar problemas en la digestión. Las hojas de olivo se han empleado medicinalmente desde la antigüedad, se cree que su uso comenzó en el antiguo Egipto, donde era un símbolo divino, así como un remedio popular para combatir la fiebre. La mayoría de sus beneficios se atribuyen a una sustancia conocida como oleuropenía, que es la que le da el sabor ligeramente amargo a las aceitunas. La ventaja de consumir el extracto de hoja de olivo es que es una rica fuente de oleuropenía sin tener que consumir una gran dosis de aceite. Mejora el sistema inmunológico, ayuda a controlar la presión arterial, posee propiedades antivirales, favorece la salud cardiovascular, reduce los niveles de glucosa en sangre, es útil contra artritis, previene las enfermedades neurodegenerativas protegiendo contra el Alzheimer y el Parkinson. La hoja de olivo se puede consumir en forma de té o como un suplemento incluyendo su extracto en la dieta. Personas con una presión arterial elevada o diabetes deben consultar a su médico antes de incluir el suplemento.
Onagra (Oenothera biennis)
También llamada prímula o hierba de asno, es una planta muy aromática, de flores amarillas que permanecen cerradas hasta que se pone el sol. Es una planta procedente del norte de América, donde se utilizaba tradicionalmente como talismán para la cacería, así como para evitar las mordeduras de las serpientes, para lo que frotaban sus botas y ropas con flores de onagra. De sus semillas se extrae un aceite muy rico en ácidos grasos poliinsaturados: linoléico (Omega 6) y gamma-linolénico (GLA) (de la familia del Omega 6), pero también contiene aminoácidos esenciales, vitamina C, fibra y sales minerales, siempre que la extracción se realice en frío. Se recomienda para el tratamiento de diferentes trastornos hormonales, así como la dismenorrea (menstruación dolorosa), quistes ováricos, endometriosis o para tratar los síntomas negativos de la menopausia. También es conveniente para tratar trastornos de carácter inflamatorio, como la artrosis, o para mejorar problemas circulatorios: várices, hemorroides, acumulación de colesterol, etc. Además tiene propiedades nutritivas e hidratantes para la piel y mucosas, mejora la elasticidad de la piel, previene el envejecimiento prematuro y ayuda a tratar manchas, eccemas y otros trastornos de la piel y el cabello. No se recomienda su uso en combinación con medicamentos para la anticoagulación, ya que podría llegar a aumentar el sangrado y, por lo tanto, potenciar o inhibir su efecto. Tampoco se recomienda en caso de epilepsia y esquizofrenia.
Fuentes: Remedios Naturales del Paraguay, de Caio Scavone, Ed. Servilibro; Wikipedia y ecomania.com