Aromáticas y medicinales

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Las plantas constituyen la farmacia de la naturaleza y, por ello, los científicos las estudian constantemente, descubriendo día a día nuevas y prometedoras propiedades. En esta página iremos analizando algunas de ellas, pero solamente en el sentido de presentarlas para que el lector las descubra y conozca. Antes de hacer uso de estas plantas en sentido medicinal, debe consultar a su médico de cabecera.

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Cardo mariano (Silybum marianum)

Es una planta originaria de Europa y Asia, pero se ha naturalizado en América del Norte y del Sur. Crece entre 1,5 y 3 m de altura y tiene hojas grandes y espinosas. Al romperse, las hojas y los tallos exudan una savia lechosa. Las flores de color púrpura rojizo están surcadas de espinas agudas. La parte que se usa como fármaco incluye las frutas brillantes y con manchas, de tono negro o gris, las cuales son, a veces, llamadas semillas. El cardo mariano contiene similarina, que actúa sobre las células del hígado como hepatoprotector, y tiene propiedades astringentes y antiinflamatorias. Se ha utilizado medicinalmente, desde el s. IV a.C. Su empleo en el tratamiento de las enfermedades hepatobiliares se remonta a la década de 1700, y su uso como un protector del hígado se remonta a la época de Plinio el Viejo, escritor romano del siglo primero, quien señaló que el jugo de la planta era excelente para “la producción de la bilis”. En homeopatía, una tintura de las semillas de cardo mariano se ha utilizado para tratar trastornos del hígado, ictericia, cálculos biliares, peritonitis, hemorragia, bronquitis y venas varicosas. La silimarina promueve la regeneración celular del hígado, ayuda a metabolizar las grasas, actúa como “barrera” ante ciertos tóxicos y previene la formación de cálculos hepáticos o biliares. Se recomienda para contrarrestar los efectos negativos de las dietas grasas, el consumo de alcohol, tratamientos farmacológicos, cirrosis, hepatitis o para apoyar las dietas depurativas, desintoxicantes y antioxidantes.

Carqueja (Baccharis articulata y Baccharis trimera)

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Es un arbusto que crece de manera silvestre en Uruguay, Brasil, Argentina, Bolivia (la variedad articulata) y Paraguay, donde la variedad trimera se conoce como jaguarete ka’a. Puede alcanzar hasta el metro de altura, sus tallos y hojas son de color verde. Esta planta es un diurético natural, su efectiva acción depurativa hace que el cuerpo se deshaga de acumulaciones de grasa que provocan sobrepeso. Además, es muy eficaz para tratar los problemas hepáticos, de los riñones y la vesícula. Pero una de sus propiedades más valoradas es la afrodisíaca, ya que se le atribuyen efectos sobre la líbido masculina y la fertilidad femenina. En los últimos años, hubo un aumento en la comercialización de la carqueja, que se exporta como viagra natural a países europeos y a Estados Unidos. La carqueja también tiene propiedades antireumáticas, antiespasmódicas, antisépticas, antiácidas y hepatoprotectoras. También ayuda a eliminar las parasitosis intestinales, ya que funciona como antihelmíntico. De sabor amargo, se la puede consumir en infusiones, preparando 1 cda. de carqueja en un litro de agua hirviendo. Se recomienda ingerir una taza tres veces por día, preferiblemente después de las comidas pesadas. Otra opción es agregar unos tallos al agua del mate. Se utiliza como antiséptico en heridas externas, lavando la lesión con la misma preparación.

Catuaba (Anemo-paegma mirandum, Mart.)

La catuaba posee excelentes cualidades terapéuticas, comprobadas por investigadores, botánicos, químicos y farmacéuticos. Posee alcaloides semejantes a la atropina y la ioimbrina, sustancias amargas (catuabina), materias aromáticas, taninos, resinas y lipídeos. Entre sus propiedades medicinales, se destaca como ansiolítico, afrodisiaco, digestivo, diurético, estimulante general, tonificante del sistema nervioso, expectorante, tónico vasodilatador. Se utiliza para tratar afecciones del sistema nervioso, bronquitis, convalescencia, agotamiento, falta de memoria, flaqueza, hipocondría, impotencia sexual, insomnio nervioso, neurastenia, parálisis parciales y otras dolencias nerviosas.

Precauciones: el uso continuo de la catuaba puede provocar glaucoma en personas que tienen preción ocular alta. Algunas personas muy sensibles pueden sufrir taquicardia o cefaleas a causa de la ioimbrina. Se usan 5 g de hojas y/o de la raíz en infusión en 1 l de agua, se toma de sobremesa, después de las comidas, dos veces al día.