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A medida que envejecemos, caen las necesidades calóricas, por lo que es aún más importante llevar una dieta con alimentos ricos en nutrientes bajos en calorías, como verduras, frutas y granos enteros, limitando los dulces abundantes en calorías, lácteos enteros y postres azucarados.
La clave es comer de todo, haciendo cinco ingestas diarias, pero moderadas en cantidad. También está demostrado que comer un 40 % menos y variado, retrasa el envejecimiento, ya que frena la pérdida de los niveles de las hormonas responsables del envejecimiento.
En una dieta antienvejecimiento no pueden faltar:
- Frutas y verduras frescas, preferiblemente de temporada, ya que son más ricas en nutrientes. Sopas y purés que incluyan zanahoria, calabaza o brócoli, jugos de frutas y verduras naturales, se debe incluir tomate fresco en guisos y ensaladas (un potente anticancerígeno natural), y verduras de hoja verde, que son las más ricas en antioxidantes.
- El brócoli, conocido como el “superalimento” de la belleza y la juventud. La mejor forma de comerlo es cocido al vapor para que no pierda sus vitaminas y minerales.
- Los llamados “frutos del bosque”: arándanos, frutillas, moras, cerezas y otras bayas que tienen un potente efecto antioxidante. El arándano es una de las frutas con mayor contenido de antioxidantes. También las uvas, porque contienen resveratrol, sustancia que protege nuestras células de los radicales libres y evita que el paso del tiempo las deteriore rápidamente.
- Los cereales integrales no refinados, como el arroz integral y la avena, por su alto contenido en fibras, antioxidantes y su bajo índice glucémico, que ayudan a mantener la piel hidratada y combatir problemas de alergias cutáneas.
- El pescado, al menos dos veces por semana, por sus dosis de antioxidantes.
- Las legumbres, pues poseen proteínas de calidad y protegen la piel.
- Los productos lácteos, imprescindibles para obtener calcio y vitamina A.
- Los frutos secos, perfectos para picar entre horas o cuando se necesita un extra de energía, ya que aportan grasas saludables y vitaminas esenciales.
- El aceite de oliva extravirgen, que además de ser cardiosaludable, juega un papel importante en la juventud y calidad de vida, gracias a los ácidos grasos monoinsaturados y los polifenoles que contiene.
- El té verde, que es la bebida antioxidante por excelencia. Sus antioxidantes son entre 25 y 50 veces más potentes que la vitamina C o E, lo que lo convierte en un gran aliado de la juventud y la salud.
- El agua es imprescindible. Hidratar el cuerpo desde dentro es un seguro para tener una piel joven y luminosa, y para mantener los órganos, músculos y articulaciones en buen estado. Consumir poca agua puede acelerar la aparición de arrugas, estrías y favorecer la celulitis. Además, los líquidos son necesarios para ayudar al organismo a eliminar toxinas y residuos.
carososky@hotmail.com