6 alimentos para despabilarse sin café

El café nos proporciona energía rápida, es decir que al cabo de poco rato, baja y provoca cansancio. El azúcar blanco que usamos para endulzarlo es un falso estímulo de energía que produce hiperactividad y luego da fatiga. Con estos alimentos, lo podemos reemplazar más sanamente.

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Nos levantamos de la cama y recurrimos al café para desperezarnos. A media mañana tenemos una sensación de bajón y… otro café. Tras la comida, el tercero. Y si la tarde es complicada, lo habitual es buscar en la cafeína el estímulo que mitigue el cansancio acumulado de la jornada. Los especialistas recomiendan vigilar la cantidad de cafeína que se ingiere en una jornada. Hasta dos tazas al día pueden, incluso, tener propiedades “antioxidantes y anticáncer”, pero el café estimula las glándulas suprarrenales y hace trabajar más de la cuenta al páncreas. Se trata de “una energía rápida” que, al cabo de poco rato, baja y provoca cansancio. Hay incluso personas a las que les genera irritabilidad y nerviosismo, y puede llegar a ser “una fuente de agotamiento”. Además, a partir de cierta cantidad, hace que uno no pueda dormir por las noches.

Otro de los inconvenientes no es el café, sino el azúcar con que lo endulzamos; la mayoría de veces, blanco refinado. Es sabido que el azúcar blanco contiene lo que se consideran “calorías vacías”: es solo glucosa. Le quita al cuerpo minerales y vitaminas para poder hacer su función, y además no aporta nutrientes, es un falso estímulo de energía que produce hiperactividad y luego da fatiga.

Por todo ello, de vez en cuando podemos reemplazar el café por alguno de estos otros alimentos, igualmente estimulantes.

1 Avena. En el mundo anglosajón está muy extendido su uso, y es uno de los cereales más recomendados por los nutricionistas para desayunar. Es saciante y muy energética, nos mantiene activos por más tiempo porque tarda en quemarse. La avena aporta la glucosa necesaria para estar activo mental y físicamente. Además, es muy saludable por su alto aporte de nutrientes, vitaminas y minerales. Por la mañana se puede tomar con yogur descremado y semillas. También acompañada con una pieza de fruta para que el desayuno sea completo.

2 Chocolate negro. Contiene cafeína en menor cantidad que el café, pero es la teobromina (alcaloide estimulante) la responsable de su efecto estimulante. En 2004, investigadores de la Universidad de Bristol (Reino Unido) pidieron a un grupo de personas que realizaran un test antes y después de consumir chocolate negro y blanco. Aquellas que habían tomado chocolate negro hacían mejor la prueba posterior, no así quienes habían probado chocolate blanco (que apenas contiene trazas de teobromina), de lo cual dedujeron que el negro mejoraba la atención.

3 Agua con limón y jengibre. Un vaso de agua a primera hora de la mañana, con limón y rodajas de jengibre hervido, proporciona depuración del organismo y también energía. El jengibre es un estimulante natural, sobre todo durante los meses de invierno. En la dietética oriental, esta planta está considerada como un alimento altamente energético.

4 Huevo. Otro alimento que es una sólida fuente de energía a media mañana es el huevo. Se recomienda consumirlo sobre todo pasado por agua, que es la forma más saludable. Tiene mucha proteína que aporta una alta energía física. Aun en poca cantidad, aporta ya muchos nutrientes, es el primer alimento proteico por su gran cantidad de aminoácidos. Recientes investigaciones han demostrado que la ingesta de un huevo por día no tiene ningún efecto sobre el colesterol sanguíneo, siempre dentro del contexto de dieta sana y equilibrada, más el complemento del ejercicio diario.

5 Frutos secos. Nueces, almendras, avellanas y las frutas secas, como duraznos (orejones), uvas pasas, ciruelas o higos, estimulan el cuerpo y proveen energía rápida, pero también sostenida en el tiempo. Al ser altos en grasa, se tarda más en digerirlos y su efecto energético dura más. Por ello, se aconseja consumirlos con moderación, ya que los frutos secos son especialmente calóricos. Por ejemplo, tres o cuatro nueces a media tarde para que obtener energía, pero no abusar y comer todo el paquete.

6 Té mu. La nutrición macrobiótica promueve esta variedad de té, una mezcla de dieciséis plantas y raíces medicinales (la mayoría originarias de China) seleccionadas por su efecto sanador cuando se toman combinadas. El fundador de la macrobiótica, George Oshawa, creó esta mezcla de plantas yin y yang que va bien para diferentes disfunciones. Contiene piel de naranja, regaliz (Glycyrrhiza), jengibre, hueso de durazno, canela, Poria sclerotium (Hoelen), Atractylis, raíz de peonía herbácea, Coptis chinensis, clavo, Panax ginseng, raíz de perejil japonés, raíz de angélica, Cyperus, Rehmannia (Shengdihuang) y moutan (Cortex moutan radicis). La propiedad sinérgica se ha estudiado a lo largo de miles de años y se ha visto que las plantas por separado no tienen el mismo efecto que combinadas entre sí. Además, es una bebida estimulante, sin cafeína ni teína, muy recomendable por sus efectos reparadores en el cuerpo. Ayuda a equilibrar la energía y regular el sistema nervioso, tonifica la sangre, regula el sistema nervioso, fortalece y calma el sistema digestivo (estómago e intestinos), y cuida la piel y el sistema respiratorio. Se consigue en herboristerías y negocios de macrobiótica.

Fuente: Irene García Arnau, para as.com

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