Cargando...
La carne de la pera es jugosa, dulce y, generalmente liviana. Su textura es suave y mantecosa, pero algunas variedades tienen la carne granulada. Solemos pensar en la pera como en forma de campana, aunque algunas variedades son redondas, casi como una manzana. Es una fruta que se oxida enseguida si entra en contacto con el aire, adquiriendo un color feo y un aspecto poco apetecible, por lo que, para que esto no suceda, podemos rociarla con jugo de limón.
Es una de las frutas que más les gusta a los niños debido a su agradable sabor, por lo que es muy positivo que la consuman, porque ayuda a mantenerlos sanos y equilibrados. El jugo de pera es seguro para los niños, ya que es la fruta con menos probabilidades de producir reacciones adversas.
Ricas y nutritivas
Las peras son una excelente fuente de fibra soluble en agua. Contienen vitaminas A, B1, B2, C, E, ácido fólico y niacina. También son ricas en cobre, fósforo y potasio, con menores cantidades de calcio, cloro, hierro, magnesio, sodio y azufre.
Algunas variedades tienen más contenido en hierro que otras. Esto se puede ver cuando al cortar una pera se vuelve marrón. Si no se pone marrón, significa que el contenido de hierro es muy bajo o inexistente.
Estos son sus asombrosos beneficios:
1 La pera es una fruta con muy pocas calorías y, a pesar de ser dulce, es bien tolerada por los diabéticos por contener azúcares buenos.
2 Por su alto contenido en agua, es muy recomendada en personas que siguen dietas de adelgazamiento e, incluso, dietas depurativas, ya que ayuda a eliminar el exceso de toxinas.
3 Al igual que muchas frutas, posee fibra tanto soluble como insoluble que además de ayudar a mantener un sistema digestivo sano, favorece la eliminación del colesterol alto y regula la función intestinal.
4 Contiene, a su vez, ácidos orgánicos que ayudan a aliviar los dolores de estómago y favorece la digestión, puesto que incentiva la secreción de jugos gástricos.
5 Las peras tienen glutathione, un antioxidante y anticancerígeno que ayuda a prevenir la presión arterial alta y el accidente cerebrovascular.
6 Los altos contenidos de vitamina C y cobre de las peras actúan como buenos antioxidantes que protegen las células contra los daños de los radicales libres.
7 El alto contenido de pectina en las peras las hacen muy útiles para ayudar a bajar los niveles de colesterol.
8 La pectina también es diurética y tiene un efecto laxante suave. Beber jugo de pera con regularidad ayuda a regular los movimientos intestinales. Comer la pera entera permite aprovechar su fibra preciosa, altamente beneficiosa para la salud del colon.
9 Aporta energía al cuerpo. El jugo de pera es una fuente rápida y natural de energía en gran parte, debido a sus altas cantidades de fructosa y glucosa.
10 La mejor manera de bajar la fiebre rápidamente es beber un gran vaso de jugo de pera.
11 Las peras contienen altos niveles de boro. El boro ayuda al cuerpo a retener el calcio, por lo que previene o retarda la osteoporosis.
12 Ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Los nutrientes antioxidantes en las peras son fundamentales en la construcción de su sistema inmunológico.
13 El jugo de pera tiene un efecto antiinflamatorio y ayuda a aliviar diversas condiciones inflamatorias, especialmente en la garganta y en las cuerdas vocales.
14 El alto contenido de ácido fólico previene defectos del tubo neural en los bebés.
Cómo mantenerlas
Hay que liberarlas del envoltorio que lleven, con objeto de dejarlas respirar. Deben manipularse con cuidado para evitar roturas que puedan acelerar el proceso de descomposición y separar las que estén deterioradas, evitando así el contagio del resto. Es necesario guardarlas en un lugar seco, fresco y protegido de la luz. Si están muy verdes, hay que dejarlas que maduren y luego se pueden conservar en la heladera, en la parte menos fría, hasta por una semana.
Conserva de peras especiadas
2 kg de peras verdes 1 litro de agua ½ cdita. de jengibre en polvo 1 ramita de canela 500 g de azúcar 1 anís estrellado
1. Lavar y pelar las peras. Si son grandes, cortarlas en tres partes, y si son medianas, en mitades; ponerlas en un bol con agua. 2. En una cacerola hervir el azúcar durante 5 min. Luego, añadir las peras y cocinar 15 min más (controlar el tiempo, ya que si se cocinan demasiado, se desarman). 3. Retirar las peras y acomodarlas con cuidado en frascos esterilizados y precalentados. Presionar para que el frasco quede bien lleno y se elimine el aire que pudiera quedar dentro del mismo. 4. Cocinar el jarabe unos minutos más hasta que se reduzca y espese. Verterlo sobre las peras, teniendo la precaución de que queden bien cubiertas. 5. Tapar los frascos y esterilizar sumergiéndolos en agua hirviendo durante 20 min. Consumir pasados los 30 días. Guardar en la heladera. Una vez abierto el frasco, consumir dentro de la semana, guardándolo siempre tapado en heladera.