Ê Dormir más quema más grasas. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Chicago, mientras hacemos una dieta para adelgazar, dormir durante toda la noche hace que se pierda más cantidad de grasa. Concretamente, si reducimos nuestro sueño a solo 5,5 horas, perdemos el mismo peso que tras un sueño de 8,5 horas, pero la quema de grasas se reduce a la mitad respecto a cuando dormimos más.
Ë Beber agua antes de comer. Otro dato de interés, sencillo de llevar a cabo, es el que se desprende de un ensayo clínico realizado por la Sociedad Americana de Química, que reveló que beber dos vasos de agua antes de comer ayuda a perder peso y a combatir la obesidad. Eso sí, agua o líquidos sin calorías.
Ì Comer lejos de una pantalla. Un trabajo publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition nos ofrece otro dato interesante que no podemos olvidar: comer delante de una pantalla o trabajando frente a la computadora puede aumentar nuestro apetito a lo largo del día, da menos saciedad y fomenta el sobrepeso. Por lo tanto, si quiere adelgazar, recuerde comer lejos de las pantallas u otras distracciones.
Í Comer más lento. Comer rápido, en comparación con hacerlo lentamente, reduce la segregación de unas hormonas que provocan la sensación de estar “lleno”. La reducción de dichas hormonas nos llevaría a comer en exceso y, por lo tanto, a engordar, según un estudio reciente llevado a cabo por Alexander Kokkinos y sus colegas del Hospital General de Laiko, para la Universidad de Atenas (Grecia).
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Î Atención a las etiquetas. Leer las etiquetas de los alimentos que compramos nos permitiría perder más peso, pues ayudaría a controlar la calidad y cantidad de lo que comemos mediante un conocimiento mayor de los productos alimenticios. De acuerdo con un reciente estudio de la Universidad Estatal de Washington publicado en la revista Journal of Consumer Affairs, las mujeres entre 37 y 50 años son las que más han incorporado este hábito a la hora de hacer las compras.
Ï Contra los antojos, imaginación. Aunque sabemos que prohibir aquello que más nos gusta no es la opción más adecuada, tampoco es apropiado comer todo aquello que se nos antoja. Un grupo de científicos de la Universidad Carnegie Mellon (Pittsburgh, EE. UU.)
descubrió que, ante el deseo de comer chocolate y dulces, el solo hecho de imaginarse tomando grandes cantidades de estos productos puede ser suficiente para calmar el apetito y controlar los antojos.
Ð Más yogur y frutos secos. Recientemente, un estudio de la Escuela de Salud Pública de Harvard publicado en la revista New England Journal of Medicine ha mostrado que, a largo plazo, la ingesta de yogur y de frutos secos de cáscara dura, como las nueces o las almendras, ayuda a perder peso más que las frutas y las verduras. Sus buenos nutrientes, su capacidad de saciar al organismo y de controlar la ansiedad mientras mejoran el estado de ánimo son claves para que estos alimentos nos ayuden a adelgazar.
Ñ Los peligros de tomar solo proteínas. La Asociación Española de Dietistas y Nutricionistas desaconseja encarecidamente el “método” o “dieta” de adelgazamiento propuesto por Pierre Dukan si queremos adelgazar con salud, ya que las dietas muy pobres en hidratos y altas en proteínas están asociadas a alta mortalidad y además, a largo plazo, no producen una pérdida de peso superior ni más efectiva.
Ò Añadir pimienta roja. Los condimentos y especias son grandes aliados al momento de adelgazar, pero la pimienta roja tiene algo especial según lo demuestra la Univerdidad de Purdue (EE.UU.) en un estudio en el cual se señala que la pimienta roja de Cayena ayuda a reducir el apetito y a quemar más calorías después de consumirla en una comida “especialmente si no solemos consumir esta especia regularmente”, según explica Richard Mattes, coautor del trabajo. Su efecto termogénico (que nos produce un gran calor tras su ingesta) puede ser la causa de esta propiedad que ayuda a adelgazar.
Ó No abrigarse demasiado. La calefacción y el aire acondicionado han hecho que nuestro cuerpo luche menos contra los cambios de temperatura y, así, reduce el gasto de calorías por termogénesis. Entonces, según un estudio publicado en la revista Obesity Reviews, si desea adelgazar, lo mejor es no abrigarse demasiado en invierno ni abusar de la calefacción ni de los aires acondicionados, sino dejar que el cuerpo se esfuerce en alcanzar una temperatura corporal óptima.
Fuente: Muyinteresante.es