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Nació en el 1913, y a su edad aún se encuentra lúcido. Con lujo de detalles relató anécdotas de la contienda bélica y del día en que fue reclutado para prestar servicio a la Patria.
“Estábamos todos en el colegio. Ya ahí se venía hablando de que en cualquier momento nos movilizarían, hasta que llegó el día y nos fuimos todos”.
Primero viajaron hasta Asunción y luego en barco hasta el Chaco, donde tuvieron apenas 45 días de instrucción militar antes de ser enviados al frente de batalla.
Hasta ahora don Ignacio Trinidad tiene algunas esquirlas en el brazo y el hombro derecho, de una metralla que lo hirió en el combate de Ballivián.