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COLONIA MARÍA ANTONIA, Mbuyapey (Aldo Lezcano, corresponsal). En otras épocas, en esta productiva comunidad ubicada en el extremo sur del departamento de Paraguarí, los lugareños incursionaban en rubros para el consumo familiar. A partir del año pasado, el Ing. Arturo Garcete, director zonal de la Dirección de Extensión Agraria (Deag), dijo que cultivaron unas 20 hectáreas de cebolla en la colonia, en su mayor parte de la variedad colorada.
José Antonio Moreno, un productor de la comunidad, indicó que por ahora el promedio de superficie cultivada por familia es de un cuarto de hectárea, con un promedio de rendimiento de 15.000 kilos por hectárea. Comentó que están comercializando entre G. 3.000 y G. 5.000 por kilo.
El costo de producción por hectárea sería de G. 5 millones, involucrando netamente mano de obra familiar, por lo que fácilmente el labriego puede obtener un ingreso mínimo de G. 40 millones por cada hectárea.
Según cálculos, en un cuarto de hectárea el ingreso es de G. 10 millones, el costo de producción 1.250.000 y la ganancia de 8.750.000.
Según José Antonio Moreno, la cebolla producida en la colonia es muy requerida, por ser cultivada de manera totalmente natural, es decir, sin uso de agroquímicos.
“Es un complemento de ingreso muy importante. En nuestra comunidad no existe otro rubro rentable como la cebolla; la dimensión que ocupa es muy pequeña, por lo que su producción nos entusiasma”, dijo Moreno.
El productor indicó que el buen resultado obedece a los cuidados culturales orientados por los técnicos de la Deag.
Características
La cebolla es una planta bianual, que forma el bulbo el primer año y florece durante el segundo. Su ciclo de cultivo oscila entre 100 y 200 días, dependiendo de las variedades.
Las semillas son redondas, de color negro, con un poder germinativo de solo un año. Todas las partes de la cebolla poseen un olor que la caracteriza. Este olor es debido a la acumulación de sustancias de naturaleza azufrada.
Es uno de los cultivos en los que la relación variedad-zona es más estrecha, por lo que las variedades que se cultivan están muy adaptadas al clima de la zona de Mbuyapey.
Respetan las orientaciones
Carlos González, técnico del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) que trabaja en la colonia, sostuvo que la mayor parte de las tierras en las colonia María Antonia es muy fértil. Añadió que los productores respetan las orientaciones y consiguen muy buenos resultados en calidad y cantidad con el cultivo de la cebolla colorada.
Mencionó que en la actualidad incluso están incursionando en la producción de ajo. Solamente faltaría realizar pequeños ajustes en cuanto a las variedades aptas para el tipo de suelo para alcanzar el nivel deseado, indicó. “Los productores siguen las recomendaciones que les damos y ya están viendo los resultados”, resaltó.