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La torre jesuítica está hecha totalmente de piedra y también es conocida como el campanario de la iglesia. Se podría desplomar de un momento a otro, si no se inician los trabajos de refacción necesarios.
Presenta serios daños en su estructura edilicia, ya que debido a años de abandono brotó una planta que fue creciendo en las paredes.
El mantenimiento del patrimonio histórico cultural, ubicado al costado de la plaza central, depende del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), que nunca realizó sostenimiento alguno, según indicaron los lugareños.
En diciembre de 2017 la cartera de Estado llamó a concurso de ofertas dirigido a empresas interesadas en realizar la refacción de la torre, que tendría aproximadamente 300 años.
El intendente, Arnaldo Valdez (PLRA), señaló que desde el MOPC le informaron recientemente que el proyecto de restauración de la reliquia le fue adjudicado a la firma constructora M.LL.V, propiedad del ingeniero Mario Llano Vanni. Añadió que la cartera de Estado y la empresa firmaron un contrato plurianual para llevar a cabo la obra.
Actualmente se aguarda la aprobación del equipo económico y del equipo de transición del gobierno central para poder comenzar los urgentes trabajos de refacción, dijo el jefe comunal.