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La situación aisló a las compañías Florida, Caraguatá, Ñuaí y otro sector conocido como Molinas. Los estudiantes no pudieron trasladarse al centro urbano de la ciudad y los docentes que enseñan en las compañías afectadas tropezaron con similar inconveniente, por lo que las clases fueron suspendidas por varios días.
En el lugar, durante la administración del exgobernador Jorge Baruja (ANR), fue construido un puente de hormigón armado. Sin embargo, en los días de lluvias importantes queda inutilizable debido a que precisa de alteo y entubamientos.
La intendenta, María del Carmen Benítez (ANR), señaló que hay una promesa pendiente del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) para elevar la superficie en el sector y colocar las alcantarillas.
La jefa comunal señaló que después de las últimas precipitaciones, los caminos rurales quedaron en calamitoso estado y los reclamos de los pobladores se multiplican en la Municipalidad.
“Lamentablemente no tenemos las máquinas para el efecto. La Gobernación y el MOPC no dan abasto a la demanda”, dijo Benítez.
Anunció que su administración tiene proyectado empedrar el tramo que cruza sobre el arroyo Rincón.
Por otro lado, el aumento de los casos de dengue es alarmante en la comunidad tras las lluvias. El hospital está repleto de personas con cuadros febriles.
Después de la ultima lluvia, quedó agua estancada en los barrios de la ciudad, que son potenciales criaderos de los mosquitos transmisores del mal. Los funcionarios de Salud piden implementar medidas preventivas.