Cargando...
ENCARNACIÓN (De nuestra redacción regional). Desde hace 10 años funciona en Itapúa el Departamento Nacional de Control y Vigilancia de la Esquistosomiasis.
La brigada, a cargo de Alfredo Guido, se dedica a efectuar relevamientos malacológicos (búsqueda de caracoles de interés sanitario, la Biomphalaria tenagophila), vector de la temida enfermedad, para su posterior remisión al laboratorio, que también está en Encarnación.
La recolección de caracoles está a cargo del titular de la unidad ontomológica, Delfín López. Las tareas forman parte de la vigilancia epidemiológica de las enfermedades hídricas, asociadas a los cuerpos de agua, y el monitoreo también se efectúa en el perilago de Itaipú, en el Alto Paraná, y en Canindeyú.
Los caracoles son recolectados desde Ayolas, pasando por San Cosme, Coronel Bogado, Carmen del Paraná, San Juan del Paraná, Cambyretá y Encarnación.
La esquistosomiasis, o mal de las represas, es una enfermedad parasitaria aguda y crónica causada por un parásito que habita en aguas quietas. La transmisión se produce cuando las personas infectadas contaminan ríos o arroyos con huevos del parásito, contenidos en sus excretas.
Las personas se infectan cuando las formas larvarias del parásito, liberadas por caracoles de agua dulce, penetran en la piel.
Cuándo llegó al país
En Paraguay, el parásito llegó en 1980 cuando en la zona de Ayolas contrataron a operarios de Brasil para construir la represa de Yacyretá. Estos obreros eran portadores de la enfermedad. Sin embargo, actualmente no hay indicios ni casos positivos del mal en esta zona.