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Las escenas artísticas, que incluyeron, música y canto en vivo, representación de un taller de tallado, además de la presencia de jinetes y paisanos con vestimenta tradicional, así como indígenas de las misiones, fueron preparadas con motivo de la visita de autoridades de la Gobernación y la Secretaría Nacional de Cultura, que recorrieron ese día los pueblos jesuíticos del Departamento de Misiones, detalló ayer a nuestro diario la Prof. “Pili” Ayala de Imas, gestora cultural de Santiago, quien tuvo a su cargo toda la preparación, con el apoyo de instituciones educativas, jóvenes y artistas de la ciudad.
“La idea era que encontraran algo diferente en Santiago, como ya estamos acostumbrados a ofrecer aquí, como durante la fiesta de la Tradición Misionera, por ejemplo, por lo que adaptamos un libreto que había preparado un mes antes para otra actividad cultural, y esta vez usamos de escenario el sitio donde están las ruinas jesuíticas, cerca del templo y cerca del museo”, explicó la conocida educadora, ya jubilada actualmente.
Según la fuente, participaron en los papeles principales un total de 24 jóvenes, entre ellos varios músicos locales, como las violinistas Tamara Acuña e Ingrid De Ávila, que son de Sonidos de la Tierra; los guitarristas Guillermo Bolla y Fernando Cabrera, el flautista Helton Imas (flauta traversa) y en canto Noelia Imas Segovia y Nayla Cardozo López.
La representación duró unos 30 minutos y el marco fue dado también por el acompañamiento de estudiantes del Colegio Carlos A. López y la escuela Alicia Gutiérrez de Mora. “Queríamos mostrar lo que tenemos, nuestra historia y nuestros jóvenes con talento, y alentarnos nosotros mismos, en el sentido de que se puede potenciar todo esto en Santiago”, acotó la fuente.
Destacó que la delegación oficial, encabezada por el gobernador Carlos Arrechea; el ministro de Cultura, Rubén Capdevilla Yampey, y el intendente local, Ignacio Larré Del Puerto, fue acompañada por el artista plástico Koki Ruiz, quien al resaltar la representación dijo que “esto es arte en vivo”, contó la profesora Ayala de Imas. “Los visitantes se mostraron sorprendidos y eso nos enorgullece”, añadió.