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AYOLAS, Misiones (Miguel Ángel Rodríguez, corresponsal). Fernando Ayala, pese a que no tiene apoyo del Gobierno y sufre la persecución de la Policía Caminera en las rutas, donde siempre le exigen “colaboración” para dejarle pasar con su camión lleno de frutas, sigue trabajando dignamente para mantener a su familia.
“La Patrulla Caminera ya me busca la forma de poder coimear con cualquier excusa”, se lamentó Ayala.
Comentó que en una oportunidad su camión fue detenido por los agentes de la Caminera, que le manifestaron que tenían informes de que transportaba marihuana, por lo que él les manifestó que él llamaría a una escribana para abrir el camión y proceder a la inspección. Al oír esto, los efectivos patrulleros le informaron que podía continuar su viaje.
El labriego instala cada año su puesto de venta de melones y piña a la entrada del barrio San Antonio de Ayolas. En el sitio oferta su producción a los choferes y transeúntes.
Ayala señaló que desde su niñez se dedica a trabajar la tierra, produciendo y comercializando sus productos.
El agricultor indicó que no solo comercializa lo que el produce en su finca, sino que también vende las frutas de sus vecinos que no tienen forma de sacar sus cosechas hasta otras localidades.
“El principal obstáculo en este trabajo es el poco apoyo, para no decir nada, que recibimos del Gobierno. Necesitamos que se combata el contrabando, que perjudica a los productores nacionales”, dijo el agricultor.
Ayala cuenta con una pequeña finca de cinco hectáreas en donde produce piñas y melones.
En cuanto a los precios de sus frutas, el melón está desde G. 3.000 hasta G. 7.000, y la piña desde G. 2.000 hasta G. 4.000 por fruta.
Dijo que él se dedica a trabajar de manera honrada junto a su familia, que paga sus impuestos y además solicita permiso para instalarse en otras localidades.
“Pago mi patente comercial en los distritos donde comercializo los productos. Además, doy trabajo a padres de familias”, dijo.