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PILAR (Clide Noemí Martínez, corresponsal). El servicio que presta la embarcación es de gran utilidad y facilita un acceso rápido a ambas orillas de este punto fronterizo. La crecida del río Paraguay en la zona había obligado el 22 de enero pasado a la suspensión de los cruces, impidiendo que los viajeros pudieran llegar con sus vehículos a esta capital departamental.
Las instalaciones de Puerto Cano (Formosa) son muy precarias, y llamativamente no fueron mejoradas por las autoridades argentinas pese a la inversión realizada por el Gobierno de Formosa para pavimentar los 40 kilómetros del camino que une la zona portuaria con General Mansilla.
El trazado de la ruta fue elevado a un nivel que supera al agua de río en las inundaciones, mientras que las instalaciones portuarias son muy frágiles ante el avance de las aguas. Tampoco es cómodo el lugar de espera de los pasajeros, que están a la intemperie por horas, lo que demuestra el escaso interés de las autoridades de turno del vecino país por la integración y la importancia del sitio.
El paso fronterizo fue inaugurado por Carlos Menem y Andrés Rodríguez en 1991.
Lamentablemente en el lado paraguayo tampoco existen mejorías en las instalaciones del Puerto de Pilar, donde no se brinda gran comodidad a los viajeros. La embarcación utilizada para los cruces, la balsa Villa Florida es una antigua embarcación de los años 50, cuyos obsoletos motores no funcionan y debe ser impulsada por remolcadores para navegar.
El responsable de la empresa que explota el servicio, Miguel Meseguer, había anunciado meses atrás que iba a ser incorporada una balsa más moderna y de mayor capacidad para brindar mejor servicio a los usuarios. Sin embargo, nunca ocurrió.
Los pobladores esperan que los gobiernos de Paraguay y Argentina tomen la decisión política de comenzar con la construcción del puente entre el departamento de Ñeembucú y el noreste argentino. La obra ya tiene estudio de factibilidad y financiación disponible a través del Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata (Fonplata). Además permitirá una ágil y permanente actividad en la frontera, impulsando una nueva etapa de desarrollo en la región compartida.