Queso de búfala, un exquisito rubro en San Pedro del Paraná

Doña Pelagia Rodríguez de Cáceres (62) y Máximo Cáceres (61) es una pareja de agricultores de San Pedro del Paraná que produce queso de leche de búfala, un rubro que además de novedoso es un medio vida para esta familia. El potencial de la producción de queso es mínimamente aprovechado por la falta de planes de desarrollo que promueva esta opción de ingresos.

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SAN PEDRO DEL PARANÁ, Itapúa (Juan Augusto Roa). Una verdadera rareza en nuestro medio es la producción de queso de leche de búfala, considerado un exquisito manjar para cualquiera que tenga la oportunidad de probarlo. La familia Cáceres Rodríguez, de este distrito, se gana la vida vendiendo el producto, además de la deliciosa leche de búfala, complementada con la venta de huevos caseros.

La pareja, Pelagia Rodríguez y Máximo Cáceres, lleva varios años criando búfalos y produciendo queso, que casi a diario lo venden en el mercado local. “Antes teníamos una carnicería, pero ya estamos viejos para trabajar en eso, entonces nos dedicamos a criar animales de granja”, sostuvo Ña Pelagia, mientras extendía un vaso de leche de búfalo para hacer probar a este ocasional visitante.

De esta unión nacieron cinco hijos, cuatro siguen vivos y cada uno ya tiene su propia familia. “Nos quedamos solos en esta casa donde vivimos hace más de 40 años”, recordó. La granja está a unos 35 kilómetros del centro urbano de San Pedro del Paraná, en una compañía rural conocida como Yaguacuá. Se debe transitar un largo y polvoriento camino, con algunos tramos en muy mal estado, lo que hace difícil salir, especialmente los días de lluvia.

“El queso de la leche de búfala no solo es más rico que el de la vaca, sino es más nutritivo; no aporta colesterol y es mucho más sano”, refirió por su parte don Máximo, quien hace de “ayudante” de su esposa en las tareas de ordeñar y el cuidado de los animales. El único inconveniente es que las búfalas no tienen tanta leche como las vacas. Pero no toda la leche es procesada, porque también se tiene una clientela que todos los días llega hasta la granja a comprar el alimento, que tiene un sabor diferente al de vaca.

No se aprovecha

El potencial de producción de queso es mínimamente aprovechado a raíz de la falta de planes de desarrollo que promuevan este tipo de rubro alternativo. En el caso de esta familia, venden el producto a G. 18.000 a un intermediario, quien a su vez comercializa a un costo mayor. Aunque ahora hay una iniciativa de la Dirección de Género del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra que puso atención en el producto y busca promoverlo.

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