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PIRAPEY KM 57, distrito de Edelira, Itapúa (De nuestra redacción regional). “Lastimosamente, el Gobierno no ve nuestro esfuerzo y no tenemos el apoyo para sostener y mantener el cultivo de las semillas que para nosotros es nuestra principal fuente de alimento y parte de nuestra cultura”, señaló Alfonso Maidana, directivo del Comité de Agricultores San José y anfitrión de la muestra.
El agricultor enfatizó sobre la necesidad de mantener las semillas nativas, cada vez más amenazadas en su pureza por el avance de las semillas modificadas en laboratorios.
“No estamos en contra de las semillas transgénicas, pero queremos que también se apoyen y se respeten las semillas nativas, y que se valore el esfuerzo que hacemos los campesinos”, sostuvo el agricultor.
“Este es el cuarto año que organizamos la muestra, pero hasta ahora ninguna entidad del Estado, como el Ministerio de Agricultura, se interesó en nosotros”, dijo en otro momento Maidana.
A su turno, otro de los productores, Rodolfo Galeano, productor yerbatero de la zona de Pirapey, criticó la falta de apoyo a los pequeños productores, y dijo que es imperiosa la necesidad de un Ministerio de Agricultura que se ocupe de los agricultores pobres y no solamente de los grandes productores empresariales.
Variedad de semillas
La feria de semillas campesinas consistió en una muestra de las distintas variedades de porotos, maíz, maní y hortalizas, además de mandioca, entre otros productos primarios elaborados a partir de semillas madres producidas y almacenadas por los propios campesinos.
La jornada sirvió para el intercambio de experiencias entre productores de distintas zonas de Paraguay, como Misiones, Ñeembucú y Alto Paraná, entre otros.
Estudiantes del Centro de Educación y Capacitación en Tecnología Campesina (Cectec) hicieron una presentación teatral de la problemática campesina con relación a la paulatina desaparición de las pequeñas unidades productivas.
El director del Cectec, Ing. Andrés Wherle, valoró el esfuerzo de los productores en organizar la muestra y sostuvo que esta exposición deja dos reflexiones: una de ellas es el grito de reclamo y un llamado a la no exclusión, y el otro es una lección, una enseñanza sobre el esfuerzo.