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PARAGUARÍ (Aldo Lezcano, corresponsal). El vertedero municipal se encuentra a siete kilómetros del centro urbano, al costado de un camino vecinal que cruza por la planta industrial de la empresa Alcoholera Paraguaya SA (Alpasa). El basural contrasta con el hermoso panorama del histórico cerro Porteño.
En el lugar son depositados desechos domiciliarios, animales muertos y otro tipo de basura. Está en la falda del sector norte del cerro Porteño, conocido también como cerro Mba’e.
Durante la administración del intendente Juan Carlos Baruja (hasta setiembre del 2013) fue adquirido un predio de cinco hectáreas en la zona con el fin de habilitar un “vertedero moderno”. En el proyecto figuraba utilizar el extremo oeste como lugar de tratamiento y compactación de los desechos.
Sin embargo, el plan quedó paralizado después que Baruja dejara el cargo. En su reemplazo asumió su correligionario Ramón González.
El sitio, mayormente fangoso, ni siquiera cuenta con acceso hacia el fondo, por lo que los desperdicios son amontonados en la entrada, cubriendo parte del camino vecinal. En otros lugares sobre el mismo tramo también se amontonan residuos.
González solicitó una prórroga a la Secretaría del Ambiente (Seam) para cumplir con las exigencias legales.
Según el intendente, la Municipalidad solo tiene un ingreso promedio de G. 3.500 millones por año y que eso es insuficiente para solucionar el problema del vertedero. Ante la falta de recursos para invertir en la habilitación de un vertedero que reúna las exigencias de las leyes ambientales, González indicó que la idea era recurrir a las entidades binacionales (Itaipú y Yacyretá) y otros organismos para gestionar cooperación.
Conseguir ese apoyo sería difícil a raíz de su mal relacionamiento con el ministro Juan Carlos Baruja.