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PARAGUARÍ (Emilce Ramírez, de nuestra redacción regional). En el tramo Paraguarí-Pirayú, de 18 kilómetros, hacia el año 2000 el MOPC comenzó una obra que luego la prensa denominó “empedrado chino” por haber sido financiado con un préstamo del Gobierno de China.
Se inició cuando Alberto “Icho” Planás era ministro y fue presupuestada en G. 6.208 millones.
Fue adjudicada al Consorcio EDB (Constructora SRL-SOTEC SA), representada por Enrique Díaz Benza. La firma no llegó a realizar ni movimiento de tierra.
Luego el MOPC adjudicó en 2012 por G. 25.390 millones a la empresa B&B, del ingeniero Enrique Barrail. Tenía que culminar en 2016, pero hasta ahora la obra está inconclusa y en varios sectores el empedrado tiene cráteres y hundimientos.
Los trabajos en el trayecto de 13,7 kilómetros que une el casco urbano con la compañía Simbrón-Mbocayaty del distrito de San Roque González hace tres años también fueron abandonados.
El MOPC adjudicó esta obra por G. 14.337 millones al Consorcio Vial Paraguarí, representado por Victorino Cordero Gómez y Carlos José Ortellado Fernández.
Las obras paralizadas hace siete años en el tramo Sapucái-Alpasa y San Roque González-Simbrón también forman parte de la herencia que recibirá el nuevo gobierno.
Tiene 19 kilómetros y une las comunidades rurales con el casco urbano de Sapucái. Atraviesa por la compañía Cerro Verde y conduce hasta la Alcoholera Paraguaya SA (Alpasa).
La obra se inició mediante un préstamo no reembolsable del gobierno del Japón y fue adjudicada a Caraguatay SA, representada por el ingeniero Bernardino Caballero, por G. 15.000 millones, pero con modificaciones el monto ascendió a G. 18.000 millones.
El gobierno entrante tiene la misión de concluir estas obras, que podrían contribuir al desarrollo de la zona.