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PILAR (Clide Noemí Martínez, corresponsal). Este joven innovador aplica las técnicas aprendidas en la universidad y en los cursos realizados con técnicos en el Brasil, como también su experiencia con productores que desarrollan esta alternativa para el cultivo de hortalizas en Ciudad del Este y Encarnación. Para el diseño de su invernadero recibió el respaldo de técnicos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Dijo que en esta primera etapa comercializa la totalidad de su producción en el mercado pilarense. Recordó que gracias a que ahorró con su esposa pudieron construir las instalaciones adecuadas para encarar el sistema de hidroponía. Cuentan actualmente con unas instalaciones cubiertas de 200 metros cuadrados que proyectan ampliar. Afirmó que ya piensa en la diversificación y sumar en poco tiempo el cultivo de tomate.
“Hay que innovar, hacer algo nuevo es la clave para el éxito. La información uno la adquiere en la facultad. La universidad te da todas las herramientas para ser un microempresario, para ser un innovador. Aplicar esos conocimientos ya depende de cada uno”, aseveró Flores.
Explicó que tiene una producción semanal que termina a los seis días, con dos variedades de lechuga. “Es una producción muy sana, libre de insecticidas, también muy higiénica”.
Indicó que el trabajo es mecanizado y el manejo lo hacen familiarmente. Agregó que satisfacer el mercado pilarense de lechuga requiere de un gran volumen y apuntar a ello siempre va requerir más inversión y recursos humanos.
José Flores produce 1.500 plantas de lechuga en una superficie de 200 metros cuadrados. El proceso de cultivo es de seis meses.
Por otro lado, el horticultor señaló que un temporal afectó las instalaciones de la huerta. Esta situación lo obligó a invertir más para ponerla nuevamente en condiciones.