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La joven, que padece de una enfermedad denominada artritis juvenil deformativa, recibió el jueves último el título universitario, en una emotiva ceremonia que tuvo lugar en la sede de la Universidad Autónoma de Encarnación (Unae).
Sofía es oriunda del barrio San Pedro de esta ciudad y se moviliza en una silla de ruedas.
La joven explicó que el mal se le declaró cuando tenía cinco años y en forma progresiva la llevó a perder la capacidad motora. Es además una enfermedad muy dolorosa, dijo.
La familia de Sofía es de condición humilde. Su padre murió cuando ella era aún una niña, mientras que su madre, María Cichenviez, trabajaba como cocinera en el hospital regional de Encarnación.
En el centro asistencial la madre tenía una hora de permiso por día para llevar a Sofía a la universidad, y retirarla de nuevo a la hora de la salida.
La joven realizó los últimos cuatro años de la carrera (cinco en total) con una beca de la Gobernación de Itapúa y la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). “Al principio me costó, el secundario terminé con mucho esfuerzo”, relató.
Dijo que luego pasó por un periodo depresivo, “no quería salir, ni hacer nada, prefería estar encerrada, hasta que me animaron. Mi mamá me animó a estudiar en la universidad. De a poco me fui afianzando de nuevo”, recordó.
Señaló que el primer año de la carrera le costó ambientarse. “En la facultad prácticamente aprendí a hablar, a expresarme, a reclamar mis derechos y tener mis sueños” señaló.
“Por suerte siempre tuve el acompañamiento de mis compañeros, que me ayudaban incluso cuando por motivos de salud no podía asistir a clases”, expresó.
La flamante profesional dijo que espera encontrar un trabajo y ayudar a su mamá, que tuvo que abandonar su trabajo en el hospital para estar más pendiente de ella. “Ahora se dedica a fabricar y vender masas dulces y facturas, en su propia casa”, expresó.
“Mi sueño es trabajar en la EBY, ya presenté mi carpeta, y espero que me den un trabajo”, dijo la joven.