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SAN IGNACIO, Misiones (Rafael Marcial Montiel, corresponsal). La joven artista Macarena Ruiz expondrá sus pinturas en la Casa de la Cultura de esta ciudad y en el restaurante La Arcadia desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Pascua. Se trata de cuadros pintados al óleo al estilo barroco, que describen la vida cotidiana de la gente, paisajes y niños de Tañarandy.
Macarena trabaja junto a su padre, el artista Koki Ruiz, en la formación de niños y jóvenes en el Teatro “El Molino” de esta ciudad. Los artistas participarán de la representación de la Última Cena (de Leonardo Da Vinci) y La Piedad (de Miguel Ángel) en La Barraca, el Viernes Santo.
La joven explicó que empezó a formar al grupo en el 2011 con teatro negro, con bailes y escenografía. Añadió que desde 2012 se iniciaron las presentaciones de obras teatrales de Federico García Lorca y este año la idea es presentar Yerma, una obra teatral popular de García Lorca que desarrolla una tragedia en un ambiente rural.
Los jóvenes representarán en vivo el cuadro Última Cena y otra Última Cena más actual de acuerdo al pensamiento del papa Francisco. En total participarán unos 40 artistas.
La joven artista se formó en Posadas (Argentina), en el Instituto Montoya, donde estudió artes visuales. Tiene su estudio propio en San Ignacio.
Macarena pinta al estilo barroco, similar a lo que usaron los jesuitas durante las reducciones, hace 400 años.
“Me inspiro en lo cotidiano, en lo que hace la gente; niños que juegan y los animales cuando me voy a mi casa en La Barraca, situado en Tañarandy”, dijo.
Macarena, además de la pintura, se dedica al dibujo, escultura y diseño gráfico. Empezó a pintar desde que estudió artes visuales, en su domicilio, en La Barraca, siguiendo la trayectoria de su padre.
El año pasado terminó su estudio de actuación en la academia de Lourdes Llanes, en Asunción. Ahora realiza cursos de teoría y solfeo en el Centro de Formación Artístico de la Cooperativa San Juan Bautista Limitada.
En el restaurante La Arcadia, de su madre Norma Fretes de Ruiz, la artista decoró las paredes con pinturas de la época de los jesuitas como los retablos de la antigua iglesia local.