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SAN MIGUEL, Misiones (Rafael Marcial Montiel, corresponsal). Los agricultores de la compañía Ysypo Potrero de este distrito cultivan rubros de renta, como mburukuja y menta. Los productores integraron una comisión para comercializar con la empresa Frutika, de Carlos Antonio López, departamento de Itapúa, a fin de asegurar el mercado.
La menta venden a la fábrica de Té Guaraní, de San Juan Bautista.
Los cultivos se realizan en los municipios de San Miguel, San Juan Bautista, San Ignacio, Santa Rosa, y Santiago. El plan es impulsado por la Asociación de Solidaridad para el Desarrollo (ASES) de Venecia, Italia, y la Confederación Italiana de Agricultores en el marco del proyecto: “Misiones menos pobreza”.
Ángel González, productor de mburukuja de la compañía Ysypo Potrero, señaló que en la comunidad se formó el comité “San Isidro Labrador”. Esta organización reune a 14 agricultores que realizan cultivos de un cuarto de hectárea hasta una hectárea.
Añadió que cada agricultor tiene su parcela asociada con menta. El objetivo es vender lo cosechado a la herboristería y laboratorio Santa Margarita de San Juan Bautista, que procesa hierbas medicinales y produce, Té Guaraní, Plan 30 Días, y yerba mate Kurupí.
González agregó que ya vendieron una primera partida de la fruta a un precio de G. 750 el kilo. “Pero existe la posibilidad de comercializar a G. 1.200 el kilo”, dijo el labriego.
En cuanto al rendimiento, explicó que en la primera cosecha alcanza más de 1.000 kilos, y la segunda cosecha unos 3.000 kilos en un cuarto de hectárea.
Comercio justo
Los productores del octavo departamento implementan el sistema de “Comercio justo”, que certifica la calidad ética y el precio equilibrado de los productos. La firma Fairtrade Internacional de Alemania es la encargada del asesoramiento.
Para poder ingresar al sistema Comercio Justo se deben cumplir ciertas reglas como la organización en comités y comercialización en conjunto, indicó el oficial de enlace y consultor José Manuel Gómez.
La regla contempla el cuidado del medio ambiente, el cultivo natural de los rubros, la prohibición de trabajo infantil en la chacra y la excelente calidad de los productos.
Añadió que Fairtrade internacional certifica la calidad de los productos, en este caso mburukuja, y premia con la venta a un precio fijo establecido en dólares.
El sistema forma una cadena: el productor, la empresa que certifica los productos y el importador, ya sea en EE.UU., Canadá y Alemania, señaló Gómez.
“Tenemos un importador que quiere comprar las frutas de mburukuja para jugo, que es muy valorado en Alemania”, resaltó.